La racha de 3 partidos sin marcar y 8 encuentros sin ganar es una pesada losa que los jugadores del Athletic Club acusan delante de la portería contraria. Véase el duelo ante el Sevilla como ejemplo. A la falta de pericia y mala suerte, se suma, desde hace unas jornadas ya, la ansiedad por marcar. Batir al portero, levantar los brazos y conseguir esa ansiada victoria que libere la presión cual olla exprés. Todo llegará. No hay mal que cien años dure, dice el refrán. Ni cuerpo que lo resista podrían añadir los socios y aficionados rojiblancos que salieron desesperados de San Mamés.
Dentro de la mala racha de jornadas sin sumar tres puntos, hemos tenido de todo, como en botica. Desde partidazos con infinidad de llegadas en los que «sólo» ha faltado la puntería, como Espanyol, Real Madrid o Sevilla. Y otros en los que ganar parecía un imposible por lo que poco que se generó. Casos de Getafe, Levante o Cádiz. No todos los partidos se explican con los mismos argumentos. El del sábado ante el equipo de Lopetegui debe ser el camino a seguir por los leones. La hoja de ruta está macada. Si consiguen mantener ese número de oportunidades claras, el bacalao está asegurado. Ningún equipo del mundo, da igual la categoría, puede quedarse a cero sistemáticamente con tantas llegadas como en la primera parte del Sevilla. Imposible.
Rachas e inercias
Cuando un equipo está de que no, no hay manera, pero hay cuestiones positivas que subrayar. El paso al frente dado por los medios centros, Dani García y Vencedor es indiscutible. El bacalao es cosa de todos y ambos se pusieron las pilas. El ejemplo más evidente es el remate a la madera de los dos centro campistas. ante la falta de un killer, el Athletic está obligado a llegar al área con más jugadores. En ese apartado destacar también la aportación de los hombres de banda. Nico Williams y Muniain gozaron de una gran ocasión cada uno, especialmente el capitán. Y por supuesto Iñakli Williams y Raúl García también tuvieron su dosis de frustración ante la portería de Bono. Cuando estás de dulce las metes hasta con el culo, y cuando no, ni las más claras como sucedió el sábado.
¿Rival propicio?
El estilo de juego del Betis suele ser beneficioso para los intereses rojiblancos, aunque eso no es garantía de nada. El equipo de Pellegrini es, a tenor de sus datos, el mejor de la historia. Tercer clasificado a estas alturas de liga, a solo un punto del Sevilla, su eterno rival. Sin olvidarnos de su participación europea, donde ahora también coinciden con el otro equipo de la ciudad. Llegan los andaluces tras ganar 4-0 a la Real Sociedad y con la sensación de no tener techo. En cualquier caso, con la racha del Athletic da igual quien esté enfrente. La victoria es imprescindible. Cada semana más. Ganar para evitar la depresión antes de Navidad.