El Amorebieta empata un partido que perdía por 2-0 y que mereció incluso ganar. Muy mermados por las numerosas bajas, los azules dieron la cara y estuvieron muy cerca de asaltar El Plantío frente a un Burgos que se impuso en la primera hora, pero al que sometieron en el resto del partido. El nombre propio fue Obieta que con un doblete selló unas tablas muy meritorias para el cuadro zornotzarra.
Muy mermados
Un Amore de circunstancia se presentó en este cierre de año. Aun así, Vélez pudo formar un once de ciertas garantías, ya que muchos de los jugadores habituales se encontraban disponibles. Con Marino en portería, la línea defensiva se vio mermada por el jugador con más minutos de la plantilla, Oier Luengo, fuera por COVID-19. Larrazabal y Seguín fueron los carrileros. En medio campo, sin Lozano, Larru, Olaetxea ni Sanjo, lo formaron Mikel Álvaro, Iker Bilbao y Álvaro Peña. La zona menos afectada fue la delantera, donde un Guruzeta en racha fue de la partida, junto a Obieta. En el banquillo apenas cuatro integrantes, Saizar como portero, un carrilero como Zarra y dos delanteros como Orozko y Unzueta.
En la primera mitad, los primeros 25 minutos fueron completamente para el Burgos. Dueño y señor del juego y las ocasiones. El cuadro burgalés, al que le anularon un gol por fuera de juego, abrió la lata al cuarto de hora de partido por medio de Guillermo. Un magnífico pase de Juanma de primeras dejó solo al ariete bilbaino que definió por bajo ante Marino. Tan solo cinco minutos después Valcarce aprovecho otro gran pase del capitán Juanma, para ampliar la ventaja local. A la media hora, Larra se tuvo que retirar tocado, en su lugar entró Zarra. Fue un punto de inflexión para los de Vélez, que despertaron y apretaron área rival. La recompensa llegó a 10 del descanso, con un exquisito centro de Seguin desde la esquina que remató Obi de cabeza en el segundo palo. Así, con el 2-1 se llegó al descanso en El Plantío.
Zapatazo a la escuadra
En la segunda parte se vio un Amore mucho más reconocible. Con pundonor y garra. Apretaron e hicieron un esfuerzo descomunal debido a las numerosas bajas que obligaron a un mayor esfuerzo a los de Vélez. Se esfumaban ocasiones claras en botas de Guruzeta, Mikel Álvaro y Álvaro Peña. Los azules no conseguían perforar la meta burgalesa. Mucho centro lateral con continuas llegadas desde ambos costados. Realmente activos tanto Zarra como Seguin, y un gran Álvaro Peña dando criterio en el medio campo. Finalmente en el 82′, Obieta se sacó un latigazo directo a la escuadra que puso el 2-2. Así, el Amore siguió buscando la victoria con un Burgos tocado y terminó el último partido del año en área rival. Gran punto, que deja la sensación de que pudieron ser más. Chapeau por el esfuerzo de los azules. Un punto más que les deja a 3 del Mirandés que marca la permanencia.