El Amorebieta quiere seguir soñando, y se lo puede permitir gracias a un golazo de Álvaro Peña que decantó la balanza a favor de los locales en el triunfo sobre el Mirandés en Lezama. Alternativas en ambas áreas, sin puntería en el momento de la verdad. Los de Etxebe tuvieron sus oportunidades, pero sin acierto. Un nuevo impulso anímico para los de Mujika de cara a seguir luchando por mantenerse en la categoría de plata.
Para esta última final en Lezama, Haritz Mujika introdujo novedades con respecto a la derrota en Las Palmas. Dos de las modificaciones fueron obligadas por las ausencias de dos de sus pilares como Nolaskoain y Olaetxea. Peru se quedó fuera de la lista por enfermedad, al igual que en el choque frente al Ibiza, mientras que Lander arrastró molestias en el abductor. En la zaga Óscar Gil, Lozano e Irazabal formaron la línea de tres, con Larra y Seguín en los carriles. En medio, San José estuvo acompañado por dos centrocampistas de corte creativo como Javi Ros y Álvaro Peña. La dupla atacante la formaron los dos máximos artilleros, Guruzeta y Obieta.
Ocasiones sin acierto
El duelo entre azules y rojillos tuvo un inicio fulgurante con ocasiones realmente claras para ambos bandos. Guru y Obi rondaron el gol en los primeros minutos, pero sin fortuna. Respondió el Mirandés comandado por el talento de un Iñigo Vicente muy activo. El deriotarra dejó destellos de su inmensa calidad e incluso llegó a anotar con una delicatessen que sería anulada por previo fuera de juego. Los primeros veinte minutos fueron un toma y daca. Aunque el choque fue enfriándose, no cesaron los acercamientos a las áreas. La más clara para los de Etxebe llegaría a la media hora de juego. Marqués, completamente solo dentro del área, tardó demasiado en armar el golpeo y apareció la figura de Irazabal, providencial para evitar el primero. El último tramo del primer acto no pasará a la historia y con el marcador inicial se llegó al ecuador del envite.
Golazo de Peña
En la segunda mitad se fue calentando el encuentro con múltiples amarillas. La fe de los azules dio sus frutos antes de la hora de encuentro. En el minuto 57, Álvaro Peña marcó las diferencias. El centrocampista bilbaíno definió con calidad en un disparo desde el balcón del área que entró pegado a la cepa del poste, imposible para Lizoain. Etxeberria agitó el banquillo en busca de la igualada, incorporando a Riquelme y Hassan. En botas de ambos llegaron las mejores ocasiones de un Mirandés poco efectivo. Al contragolpe pudieron sentenciar los pupilos de Mujika, que esta vez sí supieron cómo jugar el tramo final del choque para que no se le escaparan tres puntos vitales. Una vida extra para seguir soñando con la permanencia en LaLiga SmartBank.