Arenas y River se quedaron a las puertas del ascenso a 1ª RFEF. Los equipos de Bizkaia viajaron con toda la ilusión del mundo a tierras alicantinas para poner el broche de oro a sendas magníficas temporadas. Sin embargo, un tanto en el descuento de La Nucía dejaba fuera a los getxotaras y otro del El Eldense en la prórroga hacia lo propio con los de la margen izquierda.
La Nucía, 2 – Arenas Club, 1
Al Arenas le tocó luchar contra los elementos. Dirimir la plaza del ascenso en el terreno de juego del rival sigue siendo inexplicable, pero se sabía de antemano que podía pasar. Ante un estadio volcado con su equipo, calor mediterráneo y, sobre todo, un rival que se mostró superior en todo momento.
Se adelantaron pronto los alicantinos. Corría el minuto cuando Cabezas que finaliza con acierto una cabalgada con un disparo raso y ajustado al poste. No daban sensación de peligro los getxotarras, pero tampoco temían por un segundo gol de un rival que prefería darle pausa al choque. Con tan exigua renta el Arenas tiró de casta en el minutos finales y lograba el empate a uno en el minuto 84. Cortezón remataba a placer tras el rechace del porterio local a un gran chut de Arzuaga.
Todo indicaba que se iba a acudir a la prórroga en la que el empate valía a los alicantinos. Tras varios minutos de juego parada para arreglar las redes de una portería llegaría el jarro de agua fría. Fer Pina, de disparo raso, podía el definitivo 2-1 en el tiempo añadido.
Sestao River, 0 – CD Eldense, 1
Cruel fue también la forma en la que el Sestao River se quedó sin el merecido premio del ascenso. El equipo de Aitor Calle fue superior al Eldense, pero no acertó en al marco rival. Los locales fueron fieles a su estilo, marearon la perdiz hasta que en la primera parte de la prórroga a la salida un córner cabeceó Forte para llevar a los suyos a la 1ª RFEF.
Tuvieron las mejores ocasiones los verdinegros en un igualado encuentro que, a pesar de la mejor clasificación de los de Sestao, se disputaba en el terreno de juego de Elda. Con el paso de los minutos fue pesando el cansancio a los de la margen izquierda. Les valía el empate en la prórroga, pero las piernas dejaron de responder tras el gol de Forte. No se jugó nada más, la decepción llegó con el pitido final al tiempo que el aliento de la centena de seguidores que se dieron la paliza en bus para apoyar a los suyos.