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Ya ha disputado cuatro partidos oficiales, pero Adam Smith aún no había sido presentado oficialmente en sociedad. Las apreturas del calendario no han dado respiro a los MIB y esta semana se están poniendo al día, disfrutando además de un histórico arranque. Cuatro victorias en tantos partidos.
“El recibimiento del vestuario desde el momento en el que llegué fue muy bueno. Los jugadores son muy buena gente y los componentes del cuerpo técnico y del club también. Me gusta la ciudad, me siento como en casa… Por todo esto el proceso de aclimatación ha sido sencillo. Pensaba que me iba a costar más, pero todo ha ocurrido muy rápido», resume el ‘killer’ de los MIB.
Smith entiende el reto de la ACB como «una oportunidad». «La ACB se había convertido en la mejor competición del planeta fuera de la NBA. Haber conseguido llegar finalmente aquí, poder competir contra estos grandes equipos y hacerlo además con éxito es un gran paso en mi carrera”, reconoce.
El ‘combo’ de Jaume Ponsarnau asegura que el inmaculado arranque MIB debe servir para crecer como equipo. En su opinión lo importante es el equipo y su rol «dependerá de las circunstancias que precise el equipo». Smith tira de galones para reconoce que «Cada triunfo es importante, pero todo va rápido y hay que ir hacia adelante. Debemos evolucionar y estamos en ello».
Bilbao en el recuerdo
Pero su llegada la capital vizcaína tiene una intrahistoria: «Cuando vinimos a jugar la Final Four, mi padre y mi mujer me acompañaron y ella me decía: me encanta esta ciudad, tienes que intentar jugar en esa liga la próxima temporada. Al final he acabado aquí de manera increíble. Cuando le dije que había decidido fichar por el Bilbao Basket, probablemente ella se puso más contenta que yo. Aquellos días vi que la ciudad era preciosa, me encantó el pabellón, las instalaciones de entrenamiento… No tuve mucho éxito en la Final Four, pero ahora me están saliendo las cosas mejor».
