El Bilbao Arena vivirá un día plagado de emotividad. Con el salto inicial quedará todo en un recuerdo, pero los minutos previos, quizá las horas desde la salida del hotel hasta que el balón sobrevuela Miribilla, no se borrarán de la memoria de muchos de los integrantes de la marea negra, ya sean jugadores, consejeros, empleados o aficionados. Álex Mumbrú vuelve a casa y no será un día cualquiera.
Lejos queda la sala de prensa del BEC en la que fue presentado en el verano del 2.009. Venía del Real Madrid y seguramente no era consciente de que se iba convertir en una leyenda en su nueva casa. Jugador de calidad, pero sobre todo de raza, implicado con la ciudad que ha visto crecer su familia y que asume como propia. Luchador en los despachos de cualquier nivel y entrenador para devolver a los suyos a la ACB tras bajar como jugador. No quiso dejar ningún detalle sin arreglar y ahora vuelve como técnico de un equipo de Euroliga. Será muy especial.
Superados los momentos previos, el Bilbao Arena vivirá un duelo de invictos en ACB. Se han disputado dos jornadas y ambos equipos han salido victoriosos en sus dos compromisos. Los Jaume Ponsarnau en Badalona y recibiendo al Betis. Los valencianos, curiosamente, también han vencido a Joventut y Betis pero siendo locales ante y la penya y visitando Sevilla.
Rival Euroliga
Mumbrú goza de una plantilla larga, compensando en todos sus puestos pero aún en pleno proceso de adecuación. Los roles parecen poco definidos y por ahí tratará de sacar provecho un Surne Bilbao Basket quizá con las ideas más claras. En la balanza de calidad individual comparativa no hay color, pero el baloncesto es un deporte de equipo.
El Valencia Basket deja fuera cada jornada a un jugador extracomunitario. Envidia sana. Webb III o Harper se han repartido un partido cada uno, Rivero parece fijo porque es un portento en rebote junto al veterano Bojan Dubljevic. La batalla interior promete emociones fuertes.
Y por el perímetro dinamita. Mumbrú tiene mimbres para incomodar la pelea por el título de Real Madrid y Barcelona. Pero hoy en el Bilbao Arena se juega un partido especial, no será un partido más y el ‘efecto miribilla’ también lo hará