Deportes
La exhibición de Oihan Sancet ante el Cádiz volvió a dejar de manifiesto la perla que tiene el Athletic en su plantilla. Podemos coincidir en que le falta continuidad, en que tiene que trabajar un poco más sin balón, aparecer más en momentos importantes del partido y algún otro pero que se le pueda buscar, pero recordemos que es un jugador de 22 años que irradia calidad por los cuatro costados. De esos futbolistas que te brotan de Lezama cada mucho tiempo.
Su rol en el equipo es cada día más importante y todos lo sabemos. Tiene velocidad, giro, conducción, zancada y sobre todo mucha clase. Aunque su fuerte no sea defender delante de su área, creo que encaja en la definición de ‘box to box’. Con el navarro, las transiciones son vertiginosas. Divide al rival y genera espacios a los compañeros. Sabe filtrar y lo más importante, tiene ‘Bacalao’. Ahora mismo es el ‘Pitxitxi’ del equipo con siete dianas. Dentro del área es letal.
Muchos los llamados, pero…
Hay jugadores marcados. Elegidos. Que se sabe que van a llegar. Sancet es uno de ellos, como en su día lo fueron Iñaki Williams, Iker Muniain o Julen Guerrero. Algo parecido ocurre con Nico Williams. Si Oihan cumple 23 años en abril, el menor de los Williams cumplirá 21 en julio. Está más verde y aún así ya es internacional absoluto y ha disputado un mundial. Pocas más credenciales hacen falta. Es un jugador específico de banda, de los que no hay muchos. Al que le das el balón y siempre encara. Un dolor de cabeza continuo para sus rivales. Le puede salir mejor o peor. Es cierto que muchas veces se diluye a medida que avanzan los minutos, pero es que tiene 20 años. Está en formación.
Dos jugadores tan diferenciales que salen de la huerta de Lezama casi al mismo tiempo es una bendición. Una cosecha que no se puede desaprovechar. En condiciones normales, ambos, deberían ser la columna vertebral del Athletic en los próximos 8-10 años. Por eso desespera escuchar de sus bocas que sus renovaciones las llevan otras personas, que no piensan en eso, etc. Incomprensible. Espero que todo forme parte de una estrategia para sacar el mejor contrato posible, y que no estén preparando, ninguno de los dos, su salida del Club. Sería una decepción enorme. El Athletic tiene 125 años de vida y está por encima de cualquier jugador, entrenador o presidente. Resurgirá sin Sancet, Nico o cualquier otro león que consideremos estratégico, pero no se trata solo de sobrevivir, sino de ilusionar a la afición y retener el talento para, de verdad, poder aspirar a jugar en Europa y luchar por títulos como en los últimos años.
Pasar a la historia
Un Athletic campeón no puede conformarse con mantenerse en primera. Su ADN no es ese. Habrá años que no te quede más remedios que aspirar a ello, pero cuando has conseguido formar una buena camada de leones, hay que cuidarlos. La Junta directiva debe echar toda la carne en el asador para renovarles. No me gustaría estar en la piel de Jon Uriarte. No dormiría tranquilo ahora mismo la verdad. En su primer año al mando puede pasar a la historia como el presidente que edificó las bases del Athletic de futuro o el que dejó escapar las dos últimas perlas de Lezama. Cuadrar cuentas es muy difícil, pero hacerlo a costa de vender jugadores o no renovarles no tiene mérito. El momento de Jon Uriarte y su Junta ha llegado.
