Investigadores del Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona han asociado en un estudio el desarrollo de un trastorno de la conducta del sueño REM y luego demencia o Parkinson con sufrir golpes en la cabeza durante la práctica deportiva profesional de contacto, como el fútbol, durante la juventud.
El director médico del centro hospitalario, Antoni Castells, ha presentado en rueda de prensa este martes los resultados del trabajo que ha publicado la revista ‘Journal of Neurology’ y que asocia ser jugador de fútbol profesional en España con posteriormente desarrollar estas enfermedades.
En el estudio han participado 228 pacientes del Clínic con trastorno de la fase REM, un trastorno que habitualmente afecta a personas de más de 50 años, sobre todo varones, que tienen pesadillas al dormir que les llevan a gritar, dar patadas y llorar, entre otras actitudes.
El trastorno REM deriva en otras patologías
Las personas con este trastorno tienen riesgo de desarrollar o bien demencia con cuerpos de Lewy, una patología «similar al Alzheimer», o bien la enfermedad del Parkinson: a los cinco años, un 25% de estas personas desarrollará una de estas enfermedades; a los 10 años, un 75%; y a los 15 años, un 90%.
En este estudio los investigadores han trazado una «línea hipotética» que va desde la práctica deportiva hasta el desarrollo de una enfermedad neurodegenerativa y ha identificado que, de los 228 participantes, un 2,63% fueron futbolistas profesionales durante su juventud.
De estas seis personas que habían sido futbolistas profesionales y ahora padecen trastorno del sueño REM, cinco han desarrollado una enfermedad neurodegenerativa: tres tienen Parkinson y dos demencia con cuerpos de Lewy.
Han comparado los resultados con un grupo control de 228 pacientes con otros trastornos del sueño y con el porcentaje de la población española de entre 18 y 30 años que en las décadas de los 60 y 70 era futbolista profesional y han observado una «predisposición» respecto al grupo control.
Replicar el estudio
El neurólogo del Clínic y jefe del grupo Neurofisiología clínica del Idibaps, Álex Iranzo, ha apostado por replicar este estudio en otros centros hospitalarios y de investigación así como en otros países aunque hayan identificado una diferencia «significativa» respecto al grupo control.
«Para conseguir una solidez es necesario replicarlo», ha sostenido Iranzo, que ha aclarado que los hallazgos del trabajo son correctos y están bien estudiados.
Prevención
El médico consultor de Medicina del Deporte del Clínic Gil Rodas ha explicado que en los últimos años han minimizado el impacto de un traumatismo craneoencefálico y las instituciones responsables de la práctica deportiva han advertido de que este tipo de golpe «puede tener trascendencia».
Así, Rodas ha explicado que un jugador que ha sufrido una conmoción de estas características tiene que volver de forma progresiva a la práctica deportiva profesional y estar alerta de que no aparezca ninguna manifestación clínica en los seis días posteriores al golpe.