En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, Erkoreka ha señalado que en las primeras semanas de los dispositivos de seguridad se ocuparon «muchas armas blancas», pero que, transcurridas unas semanas, «se encontraron sobre todo drogas y se pusieron en marcha los expedientes correspondientes«. «Ha ocurrido algo curioso, porque, durante las primeras semanas, se ocuparon muchas armas blancas, pero, a partir de un momento, no voy a decir que desaparecieron, pero se encuentran menos«, ha reiterado.
En todo caso y a pesar de que ha considerado que el uso de armas blancas en ambientes de ocio nocturno es «menor», ha precisado que, «para saber si es una tendencia o no, hay que esperar un período más largo de tiempo».Asimismo, el consejero de Seguridad ha manifestado que continúan estudiando «casos puntuales» de salas con aforo de menos de 700 personas en las que se deberían adoptar más medidas de seguridad, y ha detallado que «ya hemos tomado dos decisiones y estudiamos otras».
Josu Erkoreka ha explicado que, según un reglamento aprobado en 2019, los establecimientos de ocio nocturno con un aforo superior a 700 personas están obligados a adoptar medidas de seguridad como detectores de metales o cacheos. Asimismo, ha afirmado que dicho reglamento establece que «es posible» que también los locales con menor aforo deban adoptar ese tipo de medidas «en base a la seguridad y a las condiciones que se den en cada caso, es decir, que se pueden adoptar medidas concretas si la criminalidad o el número de delitos es superior a un número en el entorno, dentro o en la puerta» del establecimiento.
«Hemos acometido ese proceso, de manera más puntual, no general, caso por caso y teniendo en cuenta la situación de cada uno, y ya hemos tomado dos decisiones y hay otras en marcha y estamos analizando qué condiciones se dan y si hay razones de seguridad para adoptar medidas parecidas en otros lugares», ha explicado.