El Athletic mereció ganar, pero… Ese ha sido el resumen de muchos partidos jugados por los leones esta temporada, especialmente en San Mamés. En muchos casos es cierto, pero eso no justifica lo vivido en el tramo final de LaLiga. La gente ya no quiere análisis sesudos. Igual es injusto, pero es lo que hay. Había que ganar al colista y se perdió. No caben más explicaciones.
Los leones generaron suficiente para ganar el partido y una vez más no lo consiguieron. Es más, lo perdieron. El empate a cero era un mal resultado, pero ese puntito te hacía llegar al último capítulo liguero con ventaja en la tabla y dependiendo de ti mismo. Podía haber valido el empate ante el Real Madrid. Ahora ya solo vale ganar.
Con 4 puntos logrados de los últimos 21 posibles es prácticamente imposible aspirar a puesto europeo. Aún hay opciones matemáticas, pero pocos creen ya en la carambola de ganar en el Bernabéu, donde hace 18 años que no se logra el triunfo, y que Osasuna no le gana al Girona en la última jornada. Si alguien es muy optimista puede ganar un dineral en las casas de apuestas.
San Mamés no cree
Dos equipos descendidos como Elche y Espanyol se han llevado todos los puntos. Significativo. Los rojiblancos cierran la temporada en su feudo con 8 victorias, 8 derrotas y 3 empates. Han sumado el 47% de los puntos, un dato paupérrimo para alguien que aspira a pasearse por el viejo continente. Por el contrario, el buen año a domicilio ha permitido estar en la pomada hasta el final.
La moral del aficionado zurigorri ha ido cayendo en los últimos tiempos. Como la gota China, los resultados han ido desgastando al personal hasta que ha roto esa esperanza. Sevilla, Betis, Mallorca y sobre todo Osasuna han hecho mucho daño. Hay un dato revelador. La asistencia a San Mamés esta temporada alcanza casi los 44.000 parroquianos y en el último partido en casa, en el que podías encarrilar la séptima plaza, no acudieron ni 38.000. La gente ha dejado de creer.