No ha tardado mucho el Athletic en recuperar los puntos perdidos en la jornada inaugural en San Mamés. Con Osasuna como rival, y con El Sadar como escenario de la deseada e incluso obligada victoria, los leones han logrado un triunfo (0-2) que despeja las primeras dudas que se cernían sobre el equipo. Los bacalaos de Iñaki Williams y Guruzeta, en ambos casos contando con Nico como asistente, ofrecen un interesante punto de apoyo sobre el que crecer. Así, de paso hemos evitado que los siempre peligrosos malos augurios tengan cabida y puedan prosperar. Al menos una semana.
Tres cambios en el once
Valverde ha sacado de inicio el mismo once que puso ante el Real Madrid, con tres salvedades: Imanol sustituía a Lekue en el lateral izquierdo, Sancet hacía lo propio con Unai Gómez, mientras que Guruzeta entraba en ese once inicial en detrimento de Muniain. En la pizarra también detectábamos la variación de colocar a Iñaki Williams en la derecha, desplazando así a Nico a la banda izquierda. Serían los hermanos dos de los grandes protagonistas de la noche. En la parte negativa, un Oscar de Marcos que acabó sustituido por una entorsis en su tobillo izquierdo.
Nico llegaba a este inicio de temporada con algunas dudas, más allá de su al parecer complejo proceso de renovación, algo que muchas veces es difícil calibrar en el sentido de hasta dónde pueda afectar al rendimiento de un jugador. Ante los merengues, fue uno de los tres elegidos por Valverde para abandonar el terreno de juego en el descanso. De hecho, podíamos sospechar su ausencia en el equipo titular hoy, pero la decisión del txingurri ha consistido en cambiarle de banda. El caso es que ha completado un gran encuentro, siendo el protagonista en los dos bacalaos, en forma de asistencias.
En el primero, su hermano Iñaki ha entrado al remate con una alta dosis de confianza y fe, en una situación que sobre los planos no prometía sin embargo demasiado. No obstante, ha entrado en contacto con el cuero para redirigirlo con éxito hacia las redes de Aitor Fernández. Corría el minuto 11 y, nueve después, y de nuevo con Nico como elemento de ignición, gran jugada burlando la oposición de dos defensas y disparando a puerta un balón que sería sutilmente tocado por Guruzeta para convertirlo en bacalao.
Noche de guardia de Simón y debut de Prados
En lo que al marcador se refiere ya no habría más que contar, también debido en última instancia a la gran noche de Unai Simón defendiendo la meta rojiblanca. Bueno, y a su compañero Berenguer tras una criminal entrada del Chimy Ávila, un sujeto que parece sufrir una sobredosis de adrenalina y excitación cuando se mide al Athletic. Y es que la entrada de hoy, siendo dura, inexplicable y sin duda digna merecedora de roja directa, queda incluso por debajo de la salvajada que vimos en ese mismo escenario contra Nico Williams. Sólo la fortuna quiso que Nico pueda seguir siendo futbolista profesional.
Volviendo al guardameta de Murgia, excelentes prestaciones las suyas hoy, con numerosas intervenciones de mérito en las que ha desactivado los insistentes intentos de rebelión local, demostrando que es todo un seguro de vida para el equipo. Y podemos estar todos tranquilos en relación al futuro: esta misma semana comparecía en rueda de prensa y repetía por enésima vez que sólo el deseo del club de no contar con él hará que abandone el Athletic.
Y en el grupo de jugadores a nombrar, y además de los citados hermanos Williams y Unai Simón, toca destacar el gran encuentro de Galarreta, quien simplemente está demostrando el enorme futbolista que es y al que sólo esas graves lesiones en sus rodillas impidieron desarrollar una carrera que habría dado sin la menor duda mucho más. También destacaremos a Imanol García de Albéniz, situado en un lateral izquierdo que quiere que sea suyo. El de Gallarta debutó el pasado sábado, al igual que Unai Gómez, y hoy hemos asistido a la puesta de largo de otro león: Beñat Prados.
Oihan se va del tablero antes de tiempo
En definitiva, una buena respuesta la ofrecida hoy por el Athletic, tras caer en la primera jornada y con un entorno que empezaba a mostrar inquietantes signos de nerviosismo, pesimismo y hasta de hartazgo. Es cierto que es/era demasiado pronto pero, para algunos, el sirimiri era ya casi diluvio, si le sumamos las aguas que aún tenemos embalsadas. Ahora toca pensar en el Betis, que visitará San Mamés el domingo a las 21:30, una cita que se perderá Oihan Sancet. El navarro ha sufrido otro capítulo en el que una determinada situación acaba desembocando en una desmesurada e inapropiada respuesta por su parte, además de contraproducente, por poco práctica y efectiva.
Su reacción a la calculada y diseñada falta de David García se saldaba con una amarilla que se sumaba a la que ya tenía, por lo que el planificado duelo le salía rentable al central rojillo, que se quitaba así de encima al alfil rojiblanco del tablero. Sobra decir que, principalmente, por la mala cabeza del propio Oihan. No es, por otra parte, la primera vez que sufre un episodio de este calibre, que acaba dando con sus huesos en la ducha antes de tiempo y con el grave perjuicio que supone para el equipo, que hoy ha tenido que jugar con uno menos durante 35 minutos.
También a él le toca hacer ese propósito de enmienda que pedíamos esta semana al propio equipo. Algo que por fortuna ha sucedido y que hace que veamos ahora el más inmediato futuro con algo más de optimismo. Esperemos que no sea sólo la curva alta que anuncia la bajada, en esta montaña rusa en la que parece que estemos eternamente subidos.