Iñaki Williams verbalizó el sentir del mundo del fútbol. «Todos tenemos calado a Bordalás«, espetó tras el partido. La marrullería con la que se mueven los equipos de Bordalás es algo que ha quedado sobradamente demostrado. No le va mal y sabe exprimir los escasos recursos de los que dispone. Como decía Williams, «es su estilo y es lícito», pero que acepte lo que es y no trate de engañar a la gente. La careta se le cayó hace tiempo.
Según la Real Academia de la Lengua Española, actuar con cinismo es actuar con falsedad y desvergüenza descarada. Una definición en la que encajaría perfectamente una foto del personaje en cuestión si atendemos a como se mueve en las áreas técnicas y las salas de prensa.
El entrenador alicantino ha tenido problemas con casi todos los equipos y entrenadores de primera división. Ahí está la hemeroteca. Quizá debería pensar que si todos los coches vienen en sentido contrario, a lo mejor, el que circula erróneamente es él.
Más culpa del colegiado
Bordalás camina siempre sobre el alambre, al borde de la ley. En muchas ocasiones supera esa línea y el problema es que muchos árbitros se lo permiten. Todos sabíamos como iba a actuar el Getafe y su preparador. No digo que esté bien, pero la mayor culpa recae en el colegiado Diaz de Mera.
El trencilla que no quiso echar a Carvajal en el Bernabéu tras romperle el peroné a Yuri, como le recordó al descanso el jugador de Zarautz, benefició al equipo que no quería jugar, el que quería embarra el partido. En vez de agilizar el juego y hacer caso omiso de las trampas visitantes, paró el partido más de lo necesario, privando al Athletic de dos claras oportunidades de ‘bacalao’. Algo inexplicable, más allá del bajo nivel arbitral del colegiado de Ciudad Real.
Estilo Getafe
El Getafe rascó en todas las acciones del partido, con y sin balón. Te deja el recado siempre, te golpea, pisa, empuja, te come la cabeza hasta tal punto que pueda provocar un error del rival. La roja a Sancet está bien sacada. Es un lance del juego en el que persigue un balón, eleva demasiado la pierna, pero recoge el pie cuando no llega. A pesar de los gestos de dolor del rival, no le llega a impactar afortunadamente. Aún así es roja porque es considerado como juego brusco grave y le caerá un partido de sanción.
La expulsión en Iruñea fue una reacción innecesaria, una auto expulsión mientras que lo del Getafe no deja de ser un error al medir. Se pasó de frenada. En cualquier caso, el ‘8’ rojiblanco ha dejado tirados a sus compañeros 2 veces en 7 jornadas. Que le de una vuelta al asunto.
Las tarjetas al Athletic pueden ser todas justas aunque el dato es llamativo. Cuatro amarillas y una roja en 9 faltas. Se puede aceptar, pero lo que es incomprensible es que los madrileños cometieran 19 faltas y solo vieran una amarilla por ello. Todas las demás fueron por protestar.
A por la Real Sociedad
Sin apenas descanso, el Athletic llega a Donosti con 14 puntos, 2 más que la Real por lo que la cuarta plaza se pondrá en juego en Anoeta. Los vecinos llegan frescos tras reservar 7 titulares y jugar contra 10 en Mestalla toda la segunda parte, justo lo contrario que los leones. Además podrán contar con Merino que debió ver la segunda amarilla en la recta final del choque en Valencia.
Valverde no podrá contar con Sancet ni Galarreta. La vuelta de Nico puede ser precipitada y mucho más para ser titular, si acaso para disputar algún minuto en la segunda parte por lo que le tocará recomponer el equipo. Seguramente sea el turno para Iker Muniain que igualó ante el Getafe los 541 partidos de Txetxu Rojo en el segundo puesto del ranking histórico de jugadores zurigorris. No parece el mejor momento para el derbi, pero 6 años sin ganar allí exigen sobreponerse a las dificultades y dar el do de pecho.