El Athletic ya ha pasado página de la derrota liguera en Mestalla que truncó la racha de catorce partidos consecutivos sin perder. Todos deseábamos que el equipo siguiera subido en esa gran ola de juego y resultados, pero a la vez, todos éramos conscientes de que ese tropiezo tenía que llegar en algún momento, y fue en Valencia.
El resultado bien pudo ser de empate porque los leones tuvieron opciones de ganar, pero hay que reconocer que estuvo muy lejos de esa versión apisonadora que tanto asombro ha causado dentro y fuera del ‘botxo’. La acumulación de partidos, el partidazo ante el Barca en el horizonte o vaya a usted a saber qué, propició esa derrota. Está claro que cuando el equipo no juega a tope de revoluciones, le cuesta imponerse. Es un hecho.
El 1-0 no va a afectar en modo alguno a los de Valverde y menos estando a las puertas de un partido tan gordo, pero luchar por Europa exige fallar poco y menos aún si de verdad quieres aspirar a la Champions. Ahora mismo la Real vuelve a apretar por abajo al colocarse a seis puntos mientras que el Betis parece que pierde fuelle con tantas lesiones y se queda ya a diez puntos, lo mismo que la UD Las Palmas.
Sin claro favorito
El Barca se vuelve a cruzar en el camino copero de los leones. En Bilbao, y creo que en Barcelona también, estamos un poco hartos de vernos tanto las caras en la competición del KO, pero es normal cuando hablamos de los dos equipos que más títulos tienen (55 entre ambos) y que año tras año suelen alcanzar las rondas finales. Es el partido clásico de Copa, más que ningún otro. De las 19 eliminatorias disputadas, en 8 de ellas el Athletic salió airoso y en 11 cayó eliminado.
Me parece que estamos ante una eliminatoria sumamente igualada, lo cual habla muy bien de los rojiblancos porque en cualquier otra circunstancia, el equipo de Xavi sería claro favorito. El rival no atraviesa su mejor momento, aunque viene de ganarle bien al Betis en su estadio, mientras que los zurigorri han demostrado que pueden con cualquiera si ofrecen su mejor versión. Si juegan a medio gas, como en Mestalla, las probabilidades de superar los cuartos se reducen ostensiblemente.
El jugador número doce
El apoyo de La Catedral va a ser fundamental una vez más. San Mamés vestirá sus mejores galas para volver a eliminar a los culés tal y como sucedió en la 21/22 y en la 19/20. El Athletic conoce el camino hacia el éxito y debe explotar todas sus bazas, empezando por la afición que debe empujar lo suficiente para impulsar a los suyos y evitar que el colegiado de turno caiga en la tentación de barrer para los amigos de Negreira, tal y como ha sucedido históricamente con este rival y el Real Madrid.
Valverde tirará, casi seguro, de su once de gala en función de cómo evolucionen los tocados. Vesga y Galarreta parece que podrán partir de inicio si fuera necesario porque Beñat Prados ha demostrado estar preparado para todo. En este tipo de partidos, el 11 es casi lo de menos. La mayor ausencia será la de Iñaki Williams porque sus características son idóneas para hacer daño a este rival. Algunos sueñan con la eliminación de Ghana para que, al menos, pueda estar en la convocatoria de los cuartos de final. El Athletic es el rey de la eliminatoria a partido único, está un paso de alcanzar las semifinales por quinto año consecutivo y seguir soñando con la vigésimo quinta copa.