El Athletic ha tropezado tantas veces con la misma piedra que me resulta extraño que no la reconozca nada más verla. Si hicieran caso a sus aficionados, se habrían ahorrado muchos disgustos. Los athleticzale se temían la peor versión de los leones en Almería. Consideraban e choque ante los de Garitano como un partido trampa y no paraban de pedir atención para no salir escaldados de los Juegos del Mediterráneo. Ni por esas.
El equipo de Valverde volvió a dejar pasar otra oportunidad de oro de dar un salto cualitativo en un fin de semana en que los rivales habían fallado. Jugar ante el colista, y contra diez en la segunda parte, era el escenario perfecto para todos, salvo para los que conocen al Athletic. «Somos así», confesó el entrenador en sala de prensa. Capaz de asaltar el Metropolitano y luego ser incapaz de generar prácticamente nada en ataque ante un equipo que aún no sabe lo que es ganar tras 24 jornadas ligueras disputadas.
Prueba de madurez fallida
Después de empatar en Mallorca, Cádiz y Granada, la visita a Almería era una prueba de madurez para un equipo que siempre repite que tiene que aprender de sus errores. Bonitas palabras que no se acaban de traducir en hechos como demuestra que de la visita a los cuatro rivales que ocupan las cuatro últimas posiciones de LaLiga, no se le ha ganado a ninguno. Son cuatro empates por lo que ocho puntos se han ido al limbo. Un dato que condena las opciones de Champions de los rojiblancos.
Durante gran parte de la temporada los cambios funcionaban y no se echaba de menos a nadie. Ahora no es así. La ausencia de Nico Williams se nota especialmente en un equipo con poco desequilibrio en estos momentos. La lesión de Guruzeta también pasó factura. A esto hay que añadir el bajo estado de forma de Sancet e Iñaki Williams y tenemos una foto realista de la situación actual del equipo porque atrás sigue cumpliendo.
Prados al poder
Muchos de los cambios en Almería fueron obligados, pero nadie acaba de entender aún que Beñat Prados no jugara ni un sólo minuto. Ahora mismo es un lujo tener al navarro en el banquillo. Es verdad que hace unas semanas nos dejaba muy tranquilos la pareja de medios centros que eligiera Valverde porque todos rendían a alto nivel, pero ahora mismo la alineación debería estar integrada por Prados y diez más. No miremos el DNI, sino el rendimiento, y ahora mismo el de la Txantrea está un peldaño por encima de Galarreta, Herrera y Vesga.
Afortunadamente llega el Girona, el equipo revelación, a San Mamés, lo que es una gran noticia puesto que los leones rinden mejor cuando están exigidos que ante equipos de la parte baja de l atabla como bien ha quedado patente esta campaña. Fuera de casa el Athletic ha bajado su rendimiento como demuestra el hecho de que haya sido incapaz de marcar en los tres últimos partidos a domicilio. Ante esta tesitura, la Catedral debe ser, más que nunca, un fortín porque restan 15 jornadas y la clasificación europea no está aún garantizada.