El buque de rescate Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) regresa a Euskadi tras finalizar su duodécima misión en aguas del Mediterráneo Central durante la cual ha rescatado a 43 personas a las que ha trasladado a puerto «seguro» en Italia.
Desde SMH han explicado que al finalizar cada misión el Aita Mari tiene como puerto base Vinaros o Burriana en el Mediterráneo, pero esta vez pasará los dos meses entre misiones en aguas vascas.
El objetivo de este regreso, según las mismas fuentes, es realizar «algunas de las actualizaciones pendientes» y la «puesta a punto» del Aita Mari. Por ello SMH mantiene activa la campaña de ‘crowdfunding’ hasta que lleguemos a puerto en Bilbao.
Acercar el proyecto a la ciudadanía
Además, esta visita a Euskadi del buque también servirá para «acercar» este proyecto solidario a la ciudadanía vasca. Desde el año 2020 el Aita Mari no había regresado al País Vasco.
El barco pasará el primer mes de su estadía en Bilbao, junto al museo marítimo Itsasmuseum, y el segundo en Pasaia San Pedro, a tiempo para el festival marítimo de Pasaia.
Durante todo este tiempo se llevaran a cabo mesas redondas, charlas, debates y visitas al barco para acercar la realidad del Mediterráneo Central y «la injusticia a la que se enfrentan miles de personas al intentar construir una vida en paz en Europa», han informado desde SMH.
El viaje de retorno comienza desde el puerto de Siracusa y si la meteorología acompaña tardará 15 días en llegar a Euskadi. Durante esta duodécima recién finalizada misión del Aita Mari se han rescatado a cuarenta y tres personas a las que se trasladó hasta puerto seguro en Italia.
Desde SMH han destacado que en lo que va de 2024 «casi 300 personas han perdido la vida o desaparecido en el Mediterráneo», lo cual se debe «a las políticas migratorias y la externalización de las fronteras impuestas por Europa, donde el objetivo no es ayudar a las personas; sino impedir su movilización a toda costa, incluso a costa de sus vidas».
Perseguidos
Además, desde la ONG han criticado que «otros barcos y tripulaciones de la flota civil de asistencia humanitaria están siendo perseguidos tanto administrativa como judicialmente bajo los pretextos criminalizadores que esta construyendo Europa en su narrativa de la migración».
El Aita Mari volverá a la mar este año y «redoblará esfuerzos tanto en la denuncia y asistencia humanitaria en la mar, como en la educación para la transformación social en tierra».