El equipo que Jaume Ponsarnau disponga para enfrentarse al Bàsquet Girona (sábado 20:45 horas) es toda una incógnita. Los bilbaínos, afortunadamente salvados de la encarnizada lucha que se vive por evitar el descenso, han viajado a Cataluña con las bajas de Adam Smith y de Keith Hornsby, además de las serias dudas de Rabaseda y Andersson.
«Visto el accidente que hemos tenido en forma de lesiones hay que estar satisfechos de llegar con los deberes hechos a una situación tan delicada. Hay que llegar al máximo con la gente que tenemos. Ahora somos otro equipo y no sé de qué nivel. Pero este grupo tiene capacidad de readaptarse», reconoce el técnico de los hombres de negro.
Toca, por lo tanto, «rehacer roles» y parece «demasiado pronto» el partido en Girona para un equipo que realizó, en opinión de Ponsarnau, el pasado miércoles el «peor entrenamiento de la temporada». «Tenemos que hacer un poco de replanteamiento y necesitamos tiempo. Hay que estar muy satisfechos ante esta situación delicada por nuestra capacidad competitiva. La jerarquía de prioridades es encontrar un nivel competitivo. A ver cómo competimos en lo que queda de temporada. Hay que cambiar cosas y a ver si acertamos. Es prematuro el partido de Girona», reconoce el técnico.
Clasificación
El objetivo del Surne Bilbao Basket sigue siendo tratar de alcanzar la décima posición que actualmente ocupa el Joventut de Badalona o, al menos, mantener el puesto la úndecima plaza. En frente estará un Bàsquet Girona aún con la necesidad de lograr al menos una victoria para no acabar con apreturas la temporada.
«Ellos están en la lucha. Es un equipo que tiene talento y táctica. Mi sensación, desde que cambiaron de entrenador, es que la nueva propuesta es diferente y va cuajando. Nos vamos a encontrar un equipo más trabajado porque Fotis (Katsikaris) lleva varios partidos. Es un equipo distinto al que afrontamos aquí, que era el que jugaba más posesiones de la Liga. Tiene capacidad creativa de sus exteriores, de mucha generación y ejecución», analiza Ponsarnau.
Partido con muchas incógnitas entre los bilbaínos, pero también una buena oportunidad para los jugadores cuyo rol ha sido de menor importancia dentro de la estructura de un equipo que aún quiere mantener su nivel competitivo.