Mario López niega «contacto sexual» y dice que fue una relación «platónica»

Comienza el juicio con la declaración del acusado, que se enfrenta a penas de hasta 18 años por agresión sexual, y la víctima
Mario López niega «contacto sexual» y dice que fue una relación «platónica»
Primer día del juicio, en la Sección Sexta de la Audiencia de Bizkaia / Europa Press / David de Haro. POOL - Europa Press
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La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido este martes la primera sesión del juicio contra Mario López, exentrenador del club de baloncesto femenino Lointek Gernika Bizkaia, acusado de un delito continuado de agresión sexual a una de sus jugadoras cuando era menor de edad. La Fiscalía solicita 14 años de prisión, mientras que la acusación particular eleva la petición a 18 años y nueve meses.

Mario López niega contactos sexuales

Mario López, en su declaración, ha negado las acusaciones de agresión sexual y ha asegurado que la relación con la jugadora fue «platónica, sin ningún tipo de contenido sexual». Según ha señalado, la denunciante «le enviaba cartas de amor» y ha mantenido esta versión como lo ha venido haciendo «desde hace años». Por su parte, la víctima ha testificado protegida por un biombo, describiendo los hechos que llevaron a la denuncia. El juicio se ha desarrollado a puerta cerrada para evitar la confrontación visual entre ambas partes.

«Tocamientos y otras prácticas sexuales»

La Fiscalía sostiene que las agresiones comenzaron en 1998, cuando la jugadora tenía 13 años, y se prolongaron hasta que cumplió los 16 años. Según el escrito de acusación, Mario López «aprovechaba su posición de entrenador y momentos de soledad para someter a la menor a tocamientos y otras prácticas sexuales». Además, se indica que estas conductas se llevaron a cabo en diversas circunstancias, como entrenamientos, viajes y estancias relacionadas con la actividad deportiva. El ministerio público subraya que las agresiones comenzaron con tocamientos y fueron escalando en intensidad hasta incluir penetración anal, siempre sin el consentimiento de la víctima, quien se sometía por el miedo que le generaba el acusado.

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