

La imagen muestra una vista preciosa de Ondarroa, justo después de la celebración de Zapato Azule, una de las fiestas más emblemáticas del municipio.
En primer plano se ve la ría Artibai, flanqueada por pequeñas embarcaciones amarradas a ambos lados, lo que refleja el alma marinera del pueblo. A la derecha destaca la Iglesia de Santa María, majestuosa sobre una base rocosa, con su arquitectura gótica tardía bien conservada. Más abajo, los contenedores de reciclaje y la acera limpia indican que la villa ha vuelto a la normalidad tras la fiesta.
A la izquierda, se alzan los tradicionales edificios con fachadas de colores y balcones repletos de vida, mientras que al fondo, el icónico puente viejo une ambas orillas, conectando lo antiguo y lo nuevo. Sobre las casas, el monte verde marca el horizonte, coronado por un cielo completamente azul y sin nubes.
A pesar de haber sido testigo de una gran celebración, la villa aparece tranquila, soleada y serena, como si descansara tras una noche de emoción. La imagen transmite la esencia de Ondarroa: tradición, mar y montaña, todo en perfecta armonía.