

Gernika-Lumo volvió a ejercer este miércoles su papel de referente en memoria y paz en Europa. El alcalde José María Gorroño recibió en el Ayuntamiento al embajador del Reino de los Países Bajos, Roel Nieuwenkamp, en un encuentro que fue más allá del protocolo institucional. La reunión quiso subrayar la vocación de la villa como espacio de diálogo y entendimiento.
La memoria como guía
La visita formaba parte de la agenda del diplomático en Bizkaia, pero la escala en Gernika tuvo un valor especial. «Nuestro municipio sufrió la barbarie de la guerra, y precisamente por eso trabajamos para que su nombre sea sinónimo de paz», destacó Gorroño tras la reunión.
Símbolo europeo
El acto se celebró a las once de la mañana en un tono cordial y abierto. La imagen del alcalde y el embajador estrechando lazos en el corazón de la villa resume un mensaje que trasciende fronteras: una Europa que aprende de su pasado y proyecta futuro desde la memoria.
«Nuestra memoria no es un lastre, sino una guía», subrayó Gorroño, reforzando el compromiso de Gernika-Lumo como foro permanente de reflexión y encuentro.