
El presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, explicó por qué el fichaje de Aymeric Laporte se complicó. Señaló una “revolución” en la dirección deportiva de Al-Nassr.
“No fuimos inmovilistas”
Uriarte defendió la gestión realizada. Aseguró que el club no mantuvo una postura fija y que incluso ofreció más dinero para desbloquear la operación. Criticó los ataques en redes sociales.
Interés del jugador y operación factible
El Athletic entendió que la operación era viable. Laporte manifestó su deseo de volver y Al-Nassr quería prescindir del jugador. La salida de Unai Núñez a Hellas Verona dejó al central como primera opción.
Cambios en Al-Nassr frenaron la negociación
Según Uriarte, el club saudí reemplazó a sus interlocutores clave. Salieron el director general y el director deportivo. Los nuevos responsables tardaron en “aterrizar” y la comunicación se volvió compleja en agosto.
Un coste mínimo para el PIF
El presidente subrayó que la operación apenas supone un 0,0002% para el Fondo Soberano de Arabia Saudí (PIF). Recalcó que el Athletic actuó con diligencia en todo momento.
Cronología del último día de mercado
El 1 de septiembre, a las 18:47, el Athletic remitió los contratos. A las 20:26, Al-Nassr pidió trabajar con su propio borrador. El área jurídica rojiblanca aceptó para evitar demoras.
A las 21:25 hubo acuerdo sobre el texto. La versión final llegó a las 22:45. El Athletic la firmó y envió a las 23:05. A las 23:52 recibió el contrato firmado por el club saudí y el jugador.
El registro en la plataforma de la FIFA
El Athletic subió la documentación al sistema de FIFA antes de la medianoche. Al-Nassr la cargó a las 00:51 del 2 de septiembre. Desde ese momento se iniciaron recursos y apelaciones.
Excepción de validación y CTI
La RFEF y el Athletic trabajaron para validar el traspaso. El 11 de septiembre se confirmó que Laporte podía ser inscrito. FIFA auditó el proceso y autorizó la solicitud del CTI.
“Cumplimos en tiempo y forma”
Uriarte concluyó que el Athletic cumplió todos los requisitos. Reiteró que FIFA es estricta y no concede excepciones sin base. “Si tenemos el CTI es porque hemos cumplido”, zanjó.