

Andy y Lucas cerraron su historia como dúo con un concierto de despedida en el Palacio de Vistalegre (Madrid) que evidenció la fractura interna de los últimos meses. Horas después, Andy confirmó que inicia carrera en solitario y prepara su primer lanzamiento individual, el gesto que certifica la ruptura definitiva del proyecto nacido en Cádiz a comienzos de los 2000.
La separación llega tras una gira de adiós y un goteo de tensiones públicas: cancelaciones puntuales, mensajes cruzados en redes y declaraciones contradictorias sobre el futuro del grupo. En sus orígenes, ambos atribuyeron el parón a los problemas cardíacos de Lucas, motivo que dio pie a su tour de despedida, pero la relación se deterioró hasta el final en Madrid.
En los días posteriores, ha tenido lugar un cruce de reproches: Lucas ha hablado de “lealtad”, mientras Andy ha deslizado que “el ciclo estaba cerrado”, en paralelo al anuncio de su nueva etapa artística. El cierre de Vistalegre simboliza así el final de 20 años de éxitos del flamenco-pop que marcaron a una generación de oyentes.