Basondo es mucho más que un parque de fauna: es un espacio para la educación ambiental y la protección de especies silvestres. Situado a escasos metros de Santimamiñe, en Kortezubi, se convierte en la tercera parada imprescindible del municipio.
Fauna rescatada en un entorno natural
El enclave acoge animales que no podrían sobrevivir en libertad. Su función no es la de un zoológico, sino la de un espacio de acogida y recuperación, donde especies autóctonas y otras foráneas encuentran un hábitat controlado y digno.
Conectar con lo vivo para protegerlo
El recorrido por Basondo está pensado para todas las edades y se complementa con material didáctico, explicaciones y paneles. El contacto directo con los animales ayuda a despertar conciencia sobre la biodiversidad local y global.
Un plan que completa la visita a Kortezubi
Junto a la cueva de Santimamiñe y el Bosque de Oma, Basondo representa la dimensión natural de un triángulo turístico que apuesta por la sostenibilidad y el conocimiento. La coordinación entre estos tres enclaves permite al visitante vivir una experiencia completa, variada y transformadora.
Educación y protección, de la mano
Basondo no solo cuida a sus animales: también educa a quienes los visitan. En un momento en que la crisis climática y la pérdida de biodiversidad son una realidad urgente, lugares como este se convierten en faros de respeto y compromiso con la vida.