El Surne Bilbao Basket afronta este miércoles en Miribilla, a las 20:00 horas, su último partido de la fase de grupos de la FIBA Europe Cup ante el Kutaisi. El conjunto vizcaíno llega tras el contundente 62-113 firmado en Georgia, un precedente que convierte la cita en un reto mental: mantener la tensión competitiva sin desviar la mirada hacia el exigente duelo del domingo en la Liga Endesa frente al Baskonia.
El primer puesto del Grupo E está prácticamente asegurado, pero Jaume Ponsarnau evita cualquier confianza. El técnico prefiere no pensar en posibles rivales de la segunda fase, como el Braunschweig alemán o el PAOK Salónica, verdugo en la final europea conquistada el pasado curso. “Antes miraba escenarios futuros, pero ahora prefiero centrarme solo en lo inmediato”, afirmó.
Bajas confirmadas de Hilliard y Krampelj
El equipo no podrá contar con Darrun Hilliard, que sufre una fractura nasal tras un golpe fortuito, ni con Martin Krampelj, que continúa con su tratamiento de rodilla. Ponsarnau confía en que Hilliard pueda llegar al domingo y juegue con una máscara protectora. En cambio, Krampelj no estará disponible al necesitar más tiempo dentro de su proceso de recuperación.
Estas ausencias obligarán a mirar de nuevo hacia los canteranos Bingen Errasti y Kepa de Castro, dos jugadores que ya han dado pasos adelante en Europa y que volverán a tener protagonismo.
Evitar la relajación para asegurar el liderato
Ponsarnau insiste en que el choque ante el Kutaisi exige máxima concentración pese a la abultada victoria de la ida. “El partido tiene riesgos de relajación, pero necesitamos jugarlo al 100% para ser primeros y seguir creciendo”, señaló. El entrenador subrayó también el papel de Miribilla: “Ante grandes rivales el público ayuda, y en este tipo de duelos también”.
El técnico remarcó que “nunca se sabe si es mejor ser primero”, pero defendió que el equipo debe “buscar siempre lo máximo en lo inmediato”.