El Surne Bilbao puso todo de su parte para lograr la primera victoria a domicilio en Liga Endesa de la temporada, pero el Río Breogán anotó un punto más y se llevó un partido equilibrado, jugado de poder a poder y que se resolvió por pequeños detalles.
Un dato que pesa en la mochila visitante
Queda para la historia un dato engañoso a la par que llamativo: el equipo de Jaume Ponsarnau ha perdido los 17 partidos como visitante en ACB en 2025. Habría que repartir las “culpas” en dos plantillas para ser justos y explicar que los rivales del año lejos de Miribilla han sido en su mayoría equipos de los denominados de Playoffs. Al mismo tiempo, las derrotas marcan un debe que debe resolverse cuanto antes.
Un partido hecho para ganar… y que sale cruz
Volviendo al partido del Pazo Municipal dos Deportes de Lugo, el equipo bilbaíno hizo todo lo necesario para llevarse la victoria. Estuvo más tiempo que su rival por encima en el marcador, supo sufrir una crisis entre el final del tercer cuarto y el inicio del último y además llegó al final del partido con acierto. Hilliard parecía dar la victoria al anotar el 98-99 a falta de 4 segundos, Cook anotó dos tiros libres tras una discutida falta de Hlinason y Jaworski falló sobre la bocina un tiro que en circunstancias normales apenas errará. Salió cruz.
Festival anotador y final de detalles en Lugo
Es que el marcador final (100-99) no engaña en lo esencial: fue un partido de esos que se juegan con la calculadora del detalle y el pulso del último segundo. Un festival anotador en el que el Surne Bilbao Basket tuvo tramos de control, momentos de duda y, al final, la sensación de haber hecho casi todo bien… salvo lo único que no admite matices: cerrar la última puerta.
El Surne Bilbao golpea primero y manda al descanso
Desde el arranque, el equipo de Ponsarnau salió con decisión, como quien ya está cansado de viajar para sumar decepciones. Fue el primero en golpear y lo hizo con autoridad (21-28), encontrando ventajas y castigando cuando el Breogán aún estaba colocándose. Ni siquiera las dos faltas casi consecutivas de Hilliard, que obligaron a mover piezas antes de tiempo, frenaron esa inercia: el Bilbao Basket siguió por delante (26-33) y se fue al descanso con el partido abierto pero bien encarrilado (50-54), a pesar de que Francis Alonso ya había empezado a enseñar el colmillo, especialmente en el segundo cuarto, donde firmó 12 puntos para sostener a los suyos.
El triple local cambia el guion tras el descanso
El guion cambió tras el descanso, cuando el Breogán se agarró al triple como a una cuerda en mitad del temporal. Con Brankovic cargado de faltas (la cuarta llegó con más de siete minutos por jugarse del tercer cuarto), el Surne Bilbao tuvo una ventana para apretar… pero el acierto exterior local convirtió cada defensa “buena” en una moneda al aire. El partido se igualó (63-63) y, pese al tiempo muerto visitante para frenar la ola, un triple de Andric —el duodécimo ya en la cuenta celeste— terminó de darle la vuelta al escenario y encendió al Pazo.
Crisis ofensiva, reacción y partido en el alambre
Ahí aparecieron las primeras señales de sufrimiento bilbaíno en ataque: alguna posesión espesa, algún tiro que no cae y esa sensación de que el Breogán jugaba con el viento a favor. Pero el Surne Bilbao no se fue del partido. Encontró un parcial 0-8 que devolvió la vida y la emoción (76-77) y entró en el último cuarto con el duelo en carne viva, intercambiando golpes como si ninguno quisiera parpadear.
Minuto final: del 96-92 al 98-99… y vuelta a empezar
El tramo final fue una montaña rusa. Pantzar y Andric dejaron muñeca y respuesta, y Francis Alonso volvió a irrumpir para poner al Breogán con ventaja en el minuto decisivo (96-92). Aun así, el Surne Bilbao llegó a los últimos segundos con opciones reales. De hecho, llegó con la jugada que parecía definitiva: con 98-96, el balón terminó en las manos de Darrun Hilliard, que no tuvo piedad de su exequipo y clavó un triple descomunal para silenciar Lugo y poner el 98-99 a falta de cuatro segundos.
La última posesión: Cook no perdona y el aro escupe a Jaworski
Pero el baloncesto, a veces, es cruel precisamente cuando más parece escrito. Casimiro pidió tiempo muerto y el Breogán buscó a Keandre Cook: penetración, contacto, falta señalada a Hlinason y dos tiros libres a falta de dos segundos. Cook no falló. Ponsarnau paró después para dibujar el último ataque, el tiro que podía cambiar la foto del año fuera de Miribilla. La finalización fue para Justin Jaworski, en un lanzamiento de dos que, esta vez, no quiso entrar. El aro lo escupió y el triunfo se quedó en Lugo, alimentando el sueño celeste de la Copa y dejando al Bilbao Basket con esa derrota que duele más porque se toca con la yema de los dedos.
Ficha técnica:
100.- Río Breogán (21+24+26+29): Cook (11), Russell (10), Kurucs (11), Andric (13) y Sakho (10) -cinco inicial- Dibba (3), Brankovic (16), Apic (-), Francis Alonso (22), Aranitovic (-) y Mavra (4).
99.- Surne Bilbao Basket (23+24+22+30): Frey (6), Normantas (8), Hilliard (20), Krampelj (13) y Hlinason (10) -cinco inicial-; Pantzar (15), Jaworski (17), Lazarevic (2), Petrasek (3) y Bagayoko (5).
Árbitros: Antonio Conde, Esperanza Mendozay Raúl Zamorano.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la undécima jornada de la liga Endesa disputado en el Pazo Provincial dos Deportes de Lugo ante 5.235 espectadores.