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La gestión de las emociones en niños y adolescentes | Hoy nos acercamos a las emociones «antídoto»

Cambiar una emoción desde otra emoción
No hay emociones negativas, todas son positivas, necesarias y adaptativas / Pixabay

Los niños y adolescentes viven a flor de piel los acontecimientos: familia, amigos, novios, novias, estudios, entorno… Un cúmulo de emociones les influye de manera determinante. Poder gestionar este »baile emocional», identificar las emociones y ajustarlas a lo más conveniente en cada momento, se ha convertido en una herramienta fundamental que consigue mejorar su salud afectiva, su botiquín vital.

Begoñazpi Ikastola práctica desde hace seis cursos un innovador modelo de gestión emocional que ayuda a sus alumnos en sus relaciones familiares, en sus relaciones con amigos y compañeros, y en sus estudios. Se trata del modelo VEC (Vinculación Emocional Consciente), una potente metodología de inteligencia emocional que implica al profesorado, tanto en su formación como en su puesta en práctica en el día a día de la Ikastola. Sus objetivos: mejorar la salud emocional de los alumnos y conseguir que cada uno de ellos llegue a ser su propio gestor emocional.

Emociones que ayudan y son necesarias

Este modelo de educación emocional considera que no hay emociones negativas, que todas son positivas. Unas agradables, otras desagradables, pero todas necesarias y adaptativas, siempre que puedan ser ajustadas al contexto o situación que vive cada alumno. También, el método considera que la razón del niño, esto es, la lógica, nunca podrá explicar si la emoción que siente éste es correcta o idónea, ni podrá cambiar su estado emocional. La única manera de variar una emoción es desde otra emoción. 

Por tanto, la metodología instaurada en Begoñazpi Ikastola consiste básicamente en, cambiar las emociones de los alumnos que no les ayudan por otras emociones que si les ayudan y son necesarias. En primer lugar, el alumno debe ser consciente de sus emociones y aprender a identificarlas. Después, con la ayuda de un referente o gestor, recibe unas pautas que le permiten modificar esas emociones, pero no desde la razón sino desde la propia emoción que éste le transmite. La presencia por tanto del mediador es muy importante. Las emociones se contagian y él transmitirá al alumno la emoción antídoto que modificará su innecesaria emoción.

Para explicarnos esta interesante metodología de salud emocional nos visitan dos profesoras de Begoñazpi Ikastola: Alaitz Maidagan, tutora de primaria y responsable del Proyecto de Convivencia y Mediación; y, Ainara Elordui, profesora, psicopedagoga y responsable del Departamento de Orientación.