Hoy vamos a conocer más de cerca, desde la opinión de sus protagonistas, al Centro Formativo Otxarkoaga. Uno de los centros de enseñanza más especiales del País Vasco. Una Institución histórica de Bilbao avalada por numerosos premios y más de 60 años de experiencia. Merece la pena.
La imagen de marginalidad social que pudo perdurar en torno al Centro no se corresponde para nada, con las aspiraciones y sueños que tienen sus jóvenes y bien preparados estudiantes, o con el incombustible entusiasmo de sus experimentados profesores. Para contarnos su experiencia, contamos con la visita de: Nancy Bilbao, orientadora del Centro Formativo; Endika Garcia y Erika Sánchez, alumnos del Centro; y de Leticia Lejarreta, madre de otro de alumno.
Oferta educativa personalizada
El Centro destaca, por su oferta educativa personalizada y una colaboración estrecha con las familias, lo cuál, se ha convertido, por méritos propios, en toda una alternativa a la educación convencional que favorece el desarrollo de sus alumnos.
Hablamos de una formación sorprendentemente práctica, por proyectos y talleres, sin libros de texto, que permite a sus alumnos estar contentos con lo que hacen. Hablamos de algo único, para chavales que tienen la habilidad de las manos para determinados oficios, o para aquellos a los que no les gusta estudiar y se les atraganta la ikastola o el instituto, se sienten desanimados con sus estudios, o no quieren ir a la Universidad.
Cualquier alumno puede brillar en algo
‘’Cualquier alumno puede brillar en algo. La clave para encontrar ese algo es facilitarle el camino con la respuesta educativa adecuada’’, nos cuenta Nancy Bilbao.
Así, desde muy pronto, la formación personalizada que caracteriza al Centro cubre las expectativas de sus alumnos; muchos hoy, médicos, ingenieros, enfermeros, arquitectos, fontaneros, carpinteros, electricistas, mecánicos, carroceros.
’’Antes pensaba que no era capaz de aprobar en nada, y gracias al Centro Formativo Otxarkoaga soy una persona nueva: ahora sé que si puedo, estoy muy centrado y quiero estudiar un Grado medio de deporte’’, nos cuenta ilusionado, Endika.
Al igual que Endika, Erika ha dejado atrás una situación muy agobiante en el instituto al que iba. Nos cuenta, que tanto estudiar y estudiar no la dejaba tiempo para ella. Y es revelador, que nos comente que, ‘’en el instituto no estudiábamos tantas cosas como estudiamos en Otxar’’. Como en el caso de Endika, el Centro ha logrado potenciar su deseo de aprender. Ahora Erika desea estudiar un Grado Medio en Comercio.
Cuando Leticia llevó a su hijo al Centro, éste se sentía muy desmotivado y frustrado con sus estudios. ‘’Poco a poco se ha ido recuperando. Como madre he sentido la empatía de los profesores, su apoyo constante. Le están ayudando a prepararse para la vida. Mi hijo ha terminado 4º ESO y ahora estudia un grado medio de climatización. Ha encontrado una vía de superación’’.
