

El Decreto 666/2023 lleva el Número de la Bestia. Toda una metáfora para explicar la situación que se está viviendo en la profesión veterinaria. El Presidente del Colegio de Veterinarios de Bizkaia es Alvaro Mateos Amann. Y nos ha detallado los graves problemas que ha generado esta normativa. Porque se han impuesto una serie de restricciones que han afectado tanto a clínicas como a responsables de animales.
Un decreto desfasado
Mateos Amann ha comentado que, a pesar de que la normativa comunitaria contempla una «cascada» de selección de antimicrobianos que debería haberse implementado progresivamente hasta 2030, «en el Estado se ha exigido su aplicación de manera inmediata desde el 1 de enero de este año» . Ha subrayado que «muchas fichas técnicas de productos veterinarios están obsoletas y que el ministerio ha obligado a los profesionales a basarse exclusivamente en ellas. Y se les impide recurrir a su conocimiento científico para tratar especies no habituales, como reptiles o pequeños roedores».
Repercusiones en los tratamientos
El Decreto ha obligado a que, cuando un veterinario prescribe un medicamento, el responsable del animal tenga que «demostrar que ha intentado adquirirlo en al menos dos farmacias antes de que el profesional le pueda ceder el fármaco de su propio botiquín. Y eso ha generado un periplo absurdo para muchas familias». Alvaro Mateos Amann ha indicado que esta situación ha provocado el «intercambio de medicamentos en grupos de WhatsApp y otros sistemas. Y se incrementa el riesgo de liberación de fármacos al medio ambiente impulsando un comercio ilegal, a pesar de las buenas intenciones de los propietarios de animales«.
Falta de diálogo con el ministerio
Según ha relatado Mateos Amann, el Consejo General de la Profesión Veterinaria presentó alegaciones de más de 50 folios durante el proceso de elaboración del decreto, pero el ministerio no las tuvo en cuenta . Ha criticado que «las normativas estatales se han impuesto sin consultar a los profesionales, en contraste con otros países europeos donde sí se sigue el procedimiento de la cascada para antimicrobianos». Asimismo, ha apuntado que los redactores del decreto son «técnicos con conocimiento teórico pero con escaso conocimiento práctico del día a día en las clínicas de animales de compañía» .
Ha puesto como ejemplo la conjuntivitis en gatos, donde un tratamiento indicado en la ficha técnica no funciona. Y se obliga a esperar a que se produzca un efecto adverso «para luego recurrir a un producto de uso humano», un escenario que ha calificado de «absurdo» . Además, ha recordado que, en Europa, la práctica habitual es emplear la cascada para seleccionar sustancias adecuadas de manera progresiva, algo que en el Estado no se ha respetado.
Llamamiento a la manifestación
El domingo 8 de junio se ha convocado una manifestación en Bilbao, con el lema «Veterinarios y familias unidos por el bienestar animal y la salud pública», que partirá del PUPPY en el Guggenheim . Mateos Amann ha asegurado que están manteniendo reuniones con todos los partidos políticos. Y ha subrayado que seguirán «trabajando en la defensa de la salud de las personas, de los animales y del medio ambiente bajo el enfoque de One Health«.
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