Los cigarrillos electrónicos o vapes se han puesto muy de moda entre la juventud. Hoy en día es muy difícil encontrar un joven que no conozca o incluso haya probado este hermano de los cigarrillos. Y es normal. A simple vista parece una versión menos dañina de los cigarros pero no es así.
El cigarrillo electrónico es un inhalador electrónico diseñado para simular el consumo de tabaco sin quemarlo directamente. Este tipo de dispositivos utilizan una batería que se utiliza para calentar y vaporizar una solución líquida, que es de donde sale originalmente el vapor que luego se expira.
Originalmente, este sistema se creó como una manera alternativa de fumar, mucho menos dañina para los pulmones y con la opción de meter nicotina, si es que eso querrías, de manera controlada. Y eso lo hizo una buena opción para dejar de fumar. Pero eso no significa que fumar vapers esté libre de riesgo.
Uso de vapers entre jóvenes
Para los expertos, el uso del cigarrillo electrónico en la adolescencia se considera como una puerta de entrada para el consumo de tabaco. Y es lógico. La mayoría de sabores de vapers son dulces o con aroma a frutas. Parecen más una golosina que un producto dañino. Sin embargo, el marketing de estos paquetes y los sabores apacibles afectan a las mentes de los jóvenes, que lo ven como algo normal y algo ‘guay’.
Estudios a gran escala en países como Estados Unidos o Inglaterra han comprobado que los adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos con 13 años se convirtieron en fumadores de tabaco convencional más tarde. Y precisamente, en relación a los menores, varios expertos y estudios han advertido de que la exposición a la nicotina durante la adolescencia puede provocar adicción y daños a largo plazo en el desarrollo del cerebro. Entonces, si los cigarrillos electrónicos parecen tan peligrosos, ¿deberíamos plantearnos una prohibición?
¿El final de los cigarrillos electrónicos?
Una prohibición de los cigarrillos electrónicos parece ser algo que, a día de hoy, queda bastante lejos. Aunque no sean seguros al 100%, los cigarrillos electrónicos han sido probados como mucho menos dañinos en comparación con los cigarrillos convencionales.
Eso sí, aunque el efecto placebo haya ayudado a muchos fumadores a dejar de fumar con ayuda de los vapers, desde la Organización Mundial de la Salud han dejado claro que métodos clásicos como los parches de nicotina o las nuevas pastillas para dejar de fumar son más efectivos. A día de hoy, no hay suficientes estudios que respalden la efectividad del cigarrillo electrónico a la hora de dejar de fumar.
Eso sí, si a la hora de dejar de fumar te sirve el cigarrillo electrónico, pues que bienvenido sea. Que todos sabemos que dejar de fumar es muy difícil.
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