El pasado 20 de octubre la Policía Municipal de Bilbao precintó el sótano de La Granja de Labayru tras recibir una denuncia pòr maltrato animal y constatar las malas condiciones de los animales. En este lugar, sin luz natural ni ventanas, están enjaulados unos 60 perros y gatos. Y es que tras aprobarse la ley de Protección Animal ya no podían ser expuestos al público en la planta de arriba. Precisamente con esa exposición al público de cachorros se jugaba con el lado emocional de los niños. Y con la convicción de hacer una adopción, de «rescatar» a un animal abandonado. La Asociación ADDA, que representa a los afectados por las adopciones de La Granja de Labayru, asegura que son ventas encubiertas. Y que esos cachorros tienen una dudosa procedencia. Incluso nos han hablado de una persona encargada de traer perritos desde Andalucía.
Laberinto administrativo
La representante de ADDA Somos Su Voz, Miren del Moral, se ha mostrado muy preocupada por el futuro de estos perros y gatos que continúan en el sótano de La Granja de Labayru. Y culpa de ello a las instituciones: «La Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao no se hacen responsables. Se van pasando la pelota unos a otros. Y han tenido que levantar el precinto y estos animales continúan en manos del propietario de este local». Miren del Moral lleva diez años denunciando las prácticas de este negocio. Y ahora solicita la colaboración de todos aquellos afectados por las «adopciones» de La Granja de Labayru. Pueden aportar todos los documentos que se conserven sobre la adquisición del animal enviarlos al mail addasomossuvoz@outlook.es
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