Un recorrido por la historia de la DYA en Navidad
Desde hace 58 años, la DYA ha celebrado la Navidad en la carretera, acompañando y ayudando a la ciudadanía. Este compromiso se inició una tarde del 24 de diciembre de 1966, apenas un año después de la fundación de la organización. El objetivo principal era garantizar que nadie quedara tirado en la carretera por falta de asistencia, especialmente en una noche tan especial como Nochebuena.
En aquellos tiempos, los servicios de asistencia eran muy limitados. Por ejemplo, los accidentados de tráfico solían ser trasladados en coches particulares. La DYA quería cambiar esta realidad, asegurando que todo el mundo pudiera llegar a cenar con sus familias. Sin embargo, este compromiso implicaba que los voluntarios a menudo eran los últimos en llegar a casa.
Anécdotas inolvidables
Uno de los recuerdos más significativos es de una Nochebuena en la que, a última hora, un coche cayó por el Argalario, monte abajo. Aunque los voluntarios estaban a punto de terminar su jornada, acudieron al rescate, sacrificando su propia cena en casa. Este tipo de historias reflejan el espíritu de dedicación de la DYA.
Otro ejemplo es el de una persona que tuvo un accidente camino a casa de sus tíos. En una época sin teléfonos móviles, la DYA le ayudó no solo con la asistencia mecánica, sino también avisando a sus familiares. Este acto, aunque simple, dejó una huella imborrable en esa persona.
Crecimiento y evolución del servicio
Lo que comenzó con seis rutas y seis vehículos en 1966, creció rápidamente. En 1969 ya eran 139 vehículos, en 1972 llegó a 300, y en 1974, 500 vehículos con más de 2,000 voluntarios, entre socorristas, ATS (hoy enfermeros) y mecánicos. Este crecimiento es testimonio del compromiso y organización de la DYA.
La preparación era exhaustiva: desde la mañana se organizaban las rutas, se entregaban pegatinas identificativas con «Ayuda en carretera», y los informes detallados de cada incidencia eran recogidos al finalizar el servicio. Además, los comandos de radio informaban sobre las condiciones de las carreteras, un servicio que evolucionó con el tiempo.
Diversificación de actividades
Con los años, las actividades de la DYA se han diversificado. Actualmente, el área de psicología y voluntariado organiza visitas a hospitales para llevar juguetes a niños hospitalizados. Este año, por ejemplo, se visitará el Hospital de Basurto, alternando con Cruces. Además, se realizan talleres para niños, acompañamiento a personas mayores, y reparto de caldos y dulces en las calles, manteniendo siempre el espíritu navideño.
En fechas como estas, también se participa en eventos como la Cabalgata de Reyes y los parques infantiles de Navidad. Además, se continúa con los talleres de primeros auxilios, esenciales para la formación de la ciudadanía.
El espíritu de la DYA
Lo más importante es recordar que todos podemos ser parte de la DYA. Con los brazos abiertos, la organización sigue siendo una guía para todos nosotros, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su esencia de ayuda y cercanía.
Zorionak eta urte berri on.