Marina Caballero nos cuenta porqué nos merecemos lo que tenemos

En un mundo donde las exigencias, los miedos y las inseguridades parecen dominar la narrativa diaria, es fácil olvidar una verdad fundamental: todos merecemos cosas buenas simplemente por ser quienes somos. Este mensaje, aunque sencillo, puede transformar vidas cuando lo interiorizamos. A menudo nos encontramos atrapados en un ciclo de dudas y autocríticas. Pensamientos como «esto es demasiado bueno para mí» o «no soy lo suficientemente especial» construyen barreras invisibles que nos separan de la felicidad y las oportunidades que están destinadas a nosotros. Estas creencias limitantes no solo afectan nuestra autoestima, sino que también influyen en nuestra capacidad de recibir lo bueno que la vida nos ofrece. Por si fuera poco, la queja constante y el enfoque en lo negativo crean un muro adicional que nos aleja de las bendiciones que están al alcance de nuestras manos. Es como si, inconscientemente, nos estuviéramos cerrando a la posibilidad de una vida más plena y satisfactoria.