

Un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) está llevando a cabo un estudio en la Antártida sobre la flora de la región y su reacción al aumento de la concentración de CO2 debido al cambio climático. Como parte del proyecto POPEYE, estos investigadores participan en la Campaña Antártica Española 2024/2025, con el objetivo de comprender cómo la flora antártica responde a un mundo en cambio. En EgunOn Magazine de Radio Popular-Herri Irratia conectamos con la Antártida para hablar con la investigadora Beatriz Fernández-Marín.
José Ignacio García, Irati Arzac y Enara Alday completan el equipo que investiga en la Base Antártica Española Juan Carlos I (BAE-JCI), ubicada en la isla Livingston. Allí, por primera vez en la historia, están evaluando in situ cómo las especies vegetales responden a un aumento en la concentración de CO2, estudiando el fenómeno de la nieve rosa, causado por microalgas, y analizando el impacto de la «precipitación oculta», niebla y nieve horizontal, en los ecosistemas terrestres antárticos.
Cuatro campañas en la Antártida
Esta es la cuarta campaña del equipo en la región, donde han permanecido cinco semanas y media. Durante su estancia, han analizado cómo ciertas especies vegetales son capaces de crecer rápidamente y tolerar condiciones extremas. «Nosotros trabajamos en el archipiélago Shetland del Sur, donde la biodiversidad es mayor y hay regiones sin glaciares», explica Beatriz Fernández-Marín.
Entre los principales desafíos de la expedición han destacado la logística del transporte de equipos y las adversidades meteorológicas. A pesar de que se encuentran en el verano austral, las temperaturas rondan los cero grados y los vientos pueden ser extremos, alcanzando hasta 150 km/h en algunos momentos.
El misterio de la nieve rosa
Uno de los fenómenos más llamativos investigados por el equipo es la denominada «nieve rosa«. Se trata de colonias de algas microscópicas que proliferan en la nieve al final del verano, cuando los neveros comienzan a fundirse. «Estas algas han desarrollado pigmentos que les permiten sobrevivir en un medio tan hostil. Algunas presentan tonos rojizos, otras naranjas o verdes», detalla la investigadora bilbaína.
El estudio de estas algas es clave para entender cómo afectan los cambios ambientales a los ecosistemas antárticos y de alta montaña. Además, el equipo ha investigado la capacidad fotosintética de estas algas y su tolerancia a la deshidratación y temperaturas extremadamente bajas.
El impacto del CO2 en la flora antártica
Uno de los principales objetivos del proyecto POPEYE es analizar cómo la flora antártica responde a la creciente concentración de CO2 en la atmósfera. Para ello, han realizado experimentos con musgos en los que han simulado condiciones con niveles de CO2 superiores a los actuales. «Esperamos que esto incremente su capacidad fotosintética, pero también podría alterar su equilibrio nutricional», explica la investigadora.
A pesar de que aún están en la fase de recolección de muestras, se espera que los análisis de laboratorio arrojen datos relevantes en los próximos meses. Las muestras serán transportadas en el buque Hespérides y llegarán a la península en junio.
La precipitación oculta
Otro de los aspectos novedosos de la investigación es el análisis de la «precipitación oculta«, un fenómeno que no se había estudiado en la Antártida hasta ahora. Se trata de la captación de agua a partir de niebla, nieve horizontal o lluvia fina, un recurso fundamental para la vegetación de la región. «Hemos observado que algunos musgos poseen estructuras especializadas para atrapar esta humedad, lo que les permite sobrevivir en un entorno extremadamente seco», destacó Fernández Marín.
Vida en la base antártica
El equipo de investigación ha convivido con otras 50 personas en la base Juan Carlos I, entre personal científico y técnico. «A pesar del frío y el viento, la vida en la base es agradable. Organizamos reuniones diarias para planificar los trabajos en función de la meteorología», explicó la investigadora.
Además del trabajo científico, han aprovechado su estancia para realizar actividades de ocio, como campeonatos de dardos, sesiones de cine y paseos por los alrededores. «Es una experiencia única que crea una auténtica familia antártica», concluyó Fernández Marín. El equipo regresará en los próximos días y continuará con el análisis de las muestras en laboratorio, con la expectativa de obtener resultados concluyentes en otoño.
Si te gusta EgunOn Magazine, suscríbete en nuestros canales de podcast:
Y sigue a Radio Popular en las redes sociales:
- Sigue todas las noticias de Bilbao y Bizkaia en nuestro Facebook
- Conoce la radio desde dentro en nuestro Instagram
- Los titulares y los bacalaos del Athletic al minuto en X
- Revive los mejores bacalaos en YouTube
- Recibe las actualizaciones de nuestra programación y nuestras noticias en nuestro canal de Telegram