Volvió la marea granate a Maloste, volvió la emoción de una presentación, regresó el aplauso, se sintió nuevamente el aliento de la afición en los momentos difíciles y ese «1,2,3 Gernika» en el círculo central con la afición dando el merecido homenaje a las suyas. Y todo en la primera jornada de la LF Endesa ante el Spar Gran Canaria. Al choque le faltó algo de ritmo, de cadencia y fluidez, pero la innegociable exigencia defensiva mantuvo al Lointek Gernika Bizkaia casi siempre por delante en el marcador y los destellos de las Bjorklund, Arrojo y compañía hicieron el resto. A pesar del resultado, Mario López no terminó nada satisfecho con el juego de su equipo, y quiso agradecer a la afición su apoyo, que «nos ha llevado a ganar en el último parcial»:
Por su parte, Itziar Ariztimuño también quiso destacar lo complicado que fue sacar adelante un partido tan «intenso y peleado«, añadiendo que: «Todos los partidos de la liga van a ser muy disputados y se decidirán en el último momento». Asimismo, no se olvidó de recordar la importancia de la marea granate, que tenía muchas ganas de volver a Maloste, y ellas de «volver a ver a la gente, porque así da gusto jugar y disfrutar»:
Luces y sombras
Ver las gradas de Maloste al 75% era ya la gran noticia del partido. La marea granate empujando al Lointek Gernika Bizkaia en el primer encuentro de la temporada 21/22 hacía que se respirara un ambiente especial. Con Silva, Bjorklund, Arrojo, Ginzo y Moore formando el primer quinteto. Algunos errores, dudas en ambas escuadras y las canastas que llegaban con cuentagotas. Todavía el motor no carburaba al 100%. Cierta densidad en la circulación ofensiva. Los tiros lejanos de Gran Canaria y las penetraciones de Caldwell daban la ventaja en el marcador al equipo canario. Poco a poco mejoró el Lointek, pero había mucho margen de mejora pare este inicio un tanto frío.
También había cosas positivas: el extraordinario control del rebote defensivo y en general la intensidad atrás. Eso no varió en el segundo parcial y se le añadieron los triples de Bjorklund, mayor fluidez ofensiva y el juego entre pívots. Había ajustes que hacer. De primeras, buscando una y otra vez a Moore el Lointek Gernika consiguió estirar la renta. Lástima de los puntuales errores y la excesiva intermitencia que impedían que la ventaja fuera más allá. También seguía enchufada Caldwell por parte isleña como para no dejar que se abriera brecha. La horquilla era de 6-8 puntos favorable para las de la villa foral hasta que precisamente un triple de Caldwell lo dejó sólo en +3 de cara al último asalto.
Saber sufrir para ganar
El cuarto período arrancó con ambos técnicos tirando de pizarra: zoneó el Gran Canaria en los primeros compases y subió líneas el Lointek. Pero la intermitencia era constante. Más acusada ahora en las gernikarras. Los triples de Mestdagh y Hartmann dejaban la diferencia en 2 puntos, 57-55, mediado el último período. Incertidumbre total en los minutos siguientes. Entonces una serie de magníficas dichas con el triple de Bjorklund, el tapón de Moore, la falta en ataque de Metsdagh y la trabajadísima canasta de Arrojo, llevó al 67-59 con 90 segundos por delante. Buena acción defensiva y lástima que tras el trabajado ataque no entró el tiro de Arrojo. Eso sí, la ala-pívot granadina se desquitó y poco después anotó la canasta que definitivamente sellaba el triunfo para el Lointek Gernika. Importante la afición en los últimos minutos tan apretados.