El Amorebieta cae estrepitosamente por 5-0 en el Cartagonova en un partido aciago para los de Mujika, que ni siquiera hicieron los deberes para poder meter presión a Málaga y Sporting. Finalmente no pudo ser. Los azules dicen adiós a su aventura en la categoría de plata en esta jornada 41. Mueren en la orilla después de remar hasta el final contra un viento cada vez más fuerte y una marea cada vez más revuelta a la que no pudieron hacer frente. Hasta la penúltima cita ha durado la ilusión de todo el pueblo zornotzarra. Gran mérito del humilde equipo bizkaino que pone fin a su primera temporada en el fútbol profesional.
Vuelta de Marino y Bilbao
Las únicas dos novedades en la alineación de Haritz Mujika en Cartagena fueron la vuelta de Unai Marino a la portería zornotzarra en detrimento de Saizar y la entrada de Iker Bilbao en la medular en lugar de Álvaro Peña y acompañando a San José y Javi Ros. De este modo, idéntica defensa a la que logró mantener la portería a cero frente al Huesca en Lezama el pasado fin de semana. Asimismo, repitió dupla atacante con Guruzeta y un Sergio Moreno realmente inspirado en la pasada jornada.
Otra vez Rubén Castro
La final de Cartagena arrancó con el Amorebieta mostrando claras sus intenciones de ir a buscar el tanto. Sin embargo, la consigna de los locales era clara de ir al contragolpe con su artillería pesada comandada por Rubén Castro. Sin demasiado peligro, el Amore iba apretando a base de saques de esquina y centros laterales con unos carriles muy profundos. En el minuto 18 llegaría el primer golpe después de un penalti de Óscar Gil sobre Boateng que transformó Castro. Al filo del descanso llegaría el segundo tanto, obra de Bodiger desde la frontal. Un gol psicológico que dejó muy tocado a los de Mujika.
El segundo acto fue una sangría. Con una defensa muy desordenada y que hacía aguas constantemente llegaría el tercero en el 56, obra de Álex Gallar. Fue la estocada definitiva para un Amore que se desordenó por completo conscientes de que la misión era ya imposible. Trataron de marcar por todos los medios, pero un inspirado Marc Martínez y la poca fortuna en los remates evitaron el gol de la honra. El cuarto y quinto llegarían en las botas de Rubén Castro, que firmó un hat-trick para sumar 20 dianas y colocarse en la alto de la tabla de goleadores.
Despedida en Lezama
Tras este consumado descenso, el Amorebieta podrá despedirse de su público el próximo fin de semana en Lezama ante la Ponferradina. Una buena oportunidad para regalar una victoria a la parroquia azul, la que sería la quinta consecutiva en su feudo. Duro golpe para un equipo que no dejó de creer en los milagros hasta que las matemáticas se lo han negado. Ahora toca coger aire, rearmarse y tratar de volver a la categoría de plata desde una Primera RFEF en la que se estrenarán, de mayor nivel y exigencia que la antigua Segunda B.