A falta de dos jornadas para el final de la primera vuelta, el Surne Bilbao Basket visita la pista del Bàsquet Girona (Sábado, 19 horas) con el único objetivo de lograr una victoria que le acerque a la Copa de Badalona. Los de Jaume Ponsarnau quieren luchar por un puesto en el torneo más mediático de la ACB y que reúne a los ocho mejores equipos de la liga a media temporada.
Se han ganado a pulso el derecho de soñar los hombres de negro. «Hemos sufrido adversidades durante la temporada que nos hacían pensar que podía ser difícil llegar a ocho victorias a estas alturas. Las hemos afrontado con muy buena mentalidad y hemos sido muy competitivos. A lo mejor he sido un poco aventurado, pero ya que nos lo merecíamos he querido jugar con esta ilusión y nos hemos querido poner esta presión. Estamos con el chip y vamos a intentarlo», asume Ponsarnau.
Omnipresente Marc
El técnico de los bilbaínos considera «una ilusión y un estímulo hacia la meta de la permanencia” luchar por la Copa. No será sencillo porque enfrente estará el equipo de Marc Gasol. Jugador estrella, presidente y mucho más: «Es el generador más importante que tiene este equipo de contraataque, no siendo protagonista en la ejecución, pero sí en la generación, porque desde los rebotes saca unos pases impresionantes. Y luego también lo destaco en la segunda oleada, que es donde Girona también es fantástico. Hay una utilización inteligente de la figura de Marc por parte de su entrenador. Hay que defenderse bien de todo esto y atacar. También es un gran finalizador, protagonista en la segunda oleada».
Pero el Girona es más que Marc Gasol, en el banquillo está uno de los entrenadores con más pedigrí del baloncesto español, Aito García Reneses, y en la pista otro jugador especial como Quino Colom. «En su propuesta dentro de la competición de ritmo es probable que el partido tenga más descontrol que control, quieren llegar descontroladamente a partir de asegurar el rebote defensivo y su primer pase, que es mortífero. Hay que hacer un esfuerzo de velocidad, de correr hacia atrás», asume Ponsarnau.
Las matemáticas hablan de que pase lo que pase en Fontajau los MIB tendrán opciones de clasificación en la última jornada. Pero la lógica habla de la necesidad de ganar en Girona para tener opciones reales. Una vez que concluya la jornada se podrán hacer cuentas. La victoria puede valer su peso en oro y los hombres de negro lo saben y lo asumen,