El Surne Bilbao Basket recibe en el Bilbao Arena (17.00 horas) al FC Barcelona sabiendo que la victoria está muy lejos de la lógica. Nuevamente sin Ludde Hakanson, a la espera del retorno de Jeff Withey y con la baja hasta final de temporada de Francis Alonso. En frente estará un equipo que multiplica por 12 su presupuesto y llega dolido tras caer en Milán en Euroliga.
Se suele cumplir la lógica, pero sabe Jaume Ponsarnau que en Miribilla suceden cosas extraordinarias cuando equipo y afición dan sus máximos. “Nuestros máximos no son ahora mismo muy altos, pero con la ayuda de Miribilla podemos conseguir que sean más potentes y estamos obligados a encontrarlos si queremos ganar. Para nosotros, el apoyo de Miribilla es trascendental”, asegura.
El técnico de los bilbaínos ha llamado a los jugadores del filial Unai Barandalla e Iker Chacón, pero volverá a ser Agustín Ubal quien deba responsabilizarse de ocupar el enorme hueco dejado por Ludde Hakanson. El uruguayo se medirá al equipo por el que está cedido en Bilbao y seguramente tratará de brillar.
Físico culé
Hablar de puntos débiles en un equipo como el Barcelona es complicado. Centrándonos en las virtudes, se trata de un equipo “muy físico”, del tipo que no se le han dado bien a los bilbaínos debido a su capacidad para frenar la generación de juego en los exteriores. “Tienen mucha calidad y talento y es un equipo muy sólido en muchas cosas que son muy difíciles de atacar y defender para nosotros. Pero una cosa buena es que los entrenamientos de los últimos días nos han dado mucha energía y queremos aprovecharla”, reconoce Ponsarnau
Además del poder en la zona, si te despistas desde fuera “Laprovittola, Kuric, Abrines o Mirotic” te pueden hacer un roto. La lógica dice una cosa, pero Miribilla ya ha respondido de manera ilógica en muchas ocasiones ante rivales superiores.