El Gobierno Vasco ha destinado más de 2.350.000 euros a combatir la pobreza energética y alimentaria en los seis primeros meses de 2023, en el marco de la iniciativa Hitzartuz para atender a familias y personas en situación de extrema vulnerabilidad puesta en marcha a principios del año.
Su objetivo es ofrecer «una cobertura urgente de necesidades tan esenciales como una adecuada alimentación o el acceso a productos de higiene personal. También facilitar el pago de las facturas de luz, agua y gas a familias que quedan fuera del sistema», ha explicado el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales.
En función de los datos que ha hecho públicos este miércoles, durante el primer semestre del año, se han destinado 2.353.670 euros a cubrir los gastos necesarios para paliar las necesidades esenciales de las familias vulnerables.
Del gasto ejecutado, 465.000 euros han sido destinados a paliar situaciones de pobreza energética y 1.888.670 euros se han centrado en las ayudas de alimentación.
Poner fin a los obstáculos
En palabras de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, «el objetivo es colaborar con las personas receptoras para abordar las circunstancias que obstaculizan su acceso a elementos esenciales y servicios básicos, buscando cambios en sus vidas».
Las ayudas son gestionadas por Cruz Roja en Euskadi, quien se encarga de coordinar las solicitudes, valoraciones y tramitaciones, además de detectar otras necesidades a las que dan respuesta mediante derivación, orientación y coordinación con «los recursos más adecuados».
En lo que va de año, 1.364 familias han podido hacer frente a su situación de pobreza energética, de ellas 318 en Álava, 646 en Bizkaia y 400 en Gipuzkoa.