El Surne Bilbao Basket termina el año 2023 visitando la cancha del recién ascendido Zunder Palencia (sábado 30, 18 horas). Los hombres de negro llegan al choque rearmados moralmente tras lograr la sexta victoria de la temporada superando la pasada semana al Bàsquet Girona cerrando así una racha de cuatro derrotas consecutivas como local en liga.
Nada que ver la situación de su rival. El equipo palentino es el último clasificado de la liga con un balance de una victoria por 14 derrotas. Sus últimos 9 partidos se han saldado con derrota y por ello el club decidió cambiar de técnico, Luis Guil ocupa en la actualidad el puesto en lugar de Marco Antonio Justo.
El técnico de los bilbaínos, Jaume Ponsarnau, reconoce que el cambio de entrenador “es una dificultad añadida” a la hora de preparar el partido ya que “durante el partido seguro que hay cosas que nos sorprenden”. El técnico de los hombres de negro solicita a los suyos “respeto” a los palentinos. “Si queremos tener opciones de ganar al Palencia tenemos que respetarles porque en casa han competido muy bien ante grandes rivales”, recuerda.
Irregulares
Ponsarnau espera “un partido difícil, duro y muy exigente”, cree que el Palencia “ha sido mejor en ataque” que el cuadro bilbaíno a pesar de “su irregularidad” en el triple. El entrenador solicita a los suyos “al menos igualar el deseo” de un rival que ha tenido 10 días para “readaptar sus normas y su filosofía al nuevo entrenador”.
Para que aparezca la “ansiedad” en el equipo castellano el Surne Bilbao Basket debe “evitar que Palencia encuentre sus sensaciones” y por ello Ponsarnau pide “ponerles las cosas difíciles” desde el salto inicial. “Es importante atacarles bien y producir en la pintura ya que necesitamos equilibrio en nuestro ataque”, sostiene.
Los bilbaínos tendrán el apoyo de 200 aficionados en las gradas de una cancha que estará hasta la bandera. “Otro motivo de orgullo de estar en este club”, reconoce Jaume Ponsarnau.