El Athletic es el equipo más en forma de La Liga, tal y como defendió Imanol Alguacil tras caer en el derbi de San Mamés. Es una opinión generalizada, con permiso del Girona, porque los leones acumulan 10 jornadas sin morder el polvo en el torneo de la regularidad, con siete triunfos y tres empates. Resultados que, además, van acompañados de buen juego.
El triunfo de los de Valverde fue inapelable. El postrero gol de Oyarzabal puso emoción a la recta final del partido, pero lo cierto es que los rojiblancos fueron superiores, especialmente en la primera parte. La estadística así lo refrenda y la confirmación definitiva llegó desde el otro lado de la A-8 donde nadie, salvo algún hooligan, puso en duda la justicia del resultado.
No vamos a esconder que la Real llegaba con bajas sensibles, como la de Kubo, Remiro, Sadiq o Traoré, pero eso no debe restar méritos al trabajo de los zurigorri, que pudieron lograr un resultado más abultado. Con el 2-0 sobrevoló en el ambiente la posibilidad de ir a buscar el gol average de Anoeta, pero no se dieron las circunstancias adecuadas por lo que hubo que conformarse con la victoria a secas.
Más que un partido
Ganar un derbi siempre implica sumar algo más que tres puntos. La rivalidad provoca más necesidad de victoria y eso se vio reflejado en la tensión con la que ambos equipos chocaron sobre el césped. Vimos un par de tanganas de esas que gustan a Imanol, aunque en realidad, pocas me parecieron para lo que rasca el equipo ‘txuri urdin’, líder en faltas de La Liga por delante de Cádiz y Getafe. Creo que el famoso mantra de que la Real juega como los ángeles, pasó a la historia. Eso no quita para reconocer que es un equipo altamente competitivo y que tiene oficio, pero que no nos vendan burras futbolísticas.
El 2-1 del sábado permiten al Athletic afianzar su posición europea y dejar a un rival directo a 9 puntos. No hay nada definitivo a estas alturas del campeonato, pero si te permite tener un pequeño colchón para cuando vengan las vacas flacas, que llegarán. No olvidemos que los rojiblancos deben visitar aún el Bernabéu, Metropolitano, Benito Villamarín o recibir al Barca. No hay nada sellado, pero los inputs son francamente positivos.
Después de varios años oscuros, sin presencia europea, el Athletic se codea con los mejores de La Liga y restablece su liderazgo entre los equipos vascos, tal y como ha sido históricamente, con algún pequeño paréntesis. Eso no es óbice para reconocer que la Real tiene mérito al haber sabido competir en tres competiciones y seguir vivo en todas ellas. El buen nivel de los rivales te obliga a crecer.
Berenguer
El arranque de la segunda vuelta sirvió para que Alex Berenguer se reivindicara con dos ‘bacalaos’ de ratón de área. Partiendo desde la derecha y alternándose con Nico Williams en algún momento, ha sabido encontrar su sitio y aprovechar la ausencia de Iñaki Williams para dar un puñetazo encima de la mesa. Es claramente el jugador número 12 y tiene que aprovechar estas semanas sin el mayor de los Williams para hacerse indispensable y cerrar un buen contrato de renovación. Ya dejo claro en sala de prensa que su intención es continuar en Bilbao. Va por buen camino.
Al margen del rendimiento del de Barañain, toca subrayar el buen trabajo colectivo del grupo al completo. Vivian destacó en la cobertura con un gran Yuri que tiró de experiencia en la parte final del derbi. Se nota que le motivan este tipo de partidos. Galarreta fue clave en el centro del campo y su lesión seguro que inquieta a Valverde, aunque el resto de jugadores de ese puesto le han sustituido con éxito. Y qué decir de Nico Williams que sigue volando sobre la banda izquierda, sorteando rivales como si fueran conos de carretera para desbordar una y otra vez. Nos hemos acostumbrado a tal nivel que ya casi ni valoramos lo que aporta el ’11’ cada partido.