Bilbao
El Amorebieta no consigue pasar del empate a cero inicial en Huesca y se le escapa una nueva oportunidad de acercarse a las posiciones de permanencia. Colista y a nueve puntos de la salvación continuarán los azules una semana más después de un partido con alternativas que pudo llevarse cualquiera, pero en el que los porteros y la poca efectividad de los atacantes privaron de ver goles a los más de 5.000 seguidores que asistieron a El Alcoraz.
Jandro apostó por dar continuidad a los mismos once jugadores de inicio que vencieron al Elche la pasada jornada. Con el esquema de cinco atrás en busca de la primera victoria a domicilio, la primera mitad no pasará a la historia. Tedioso primer acto en el que el Amore fue completamente inoperante en campo rival, incapaz de enlazar tres pases consecutivos. Los locales con la posesión trataron de generar a través de sus bandas, especialmente la derecha de un incisivo Gerard Valentin. El 7 protagonizó uno de los acercamientos más peligrosos del Huesca en los primeros 45 minutos. La más clara la tuvo Jorge Pulido en un remate de cabeza que repelió Pablo Campos.
Una marcha más
El partido dio un giro de 180º en la segunda mitad. Trepidante inicio tras el descanso con el equipo de Jandro siendo punzante en cada acción ofensiva. Mayor presencia de los carrileros en campo rival y más apariciones de los centrocampistas dieron una marcha más al Amorebieta. Primero fue Carbonell, con un disparo desde la frontal tras una gran jugada en la que participaron ambos carriles tanto Seguín como Núñez. Después Rayco, que tardó un mundo en armar el golpeo tras una sensacional jugada de Dorrio que dejó sólo al canario. Su chut fue centrado hacia Álvaro Fernández. Los azules seguían amenazando área rival y Unzueta se quedó a milímetros de poder rematar un buen envío de Álvaro Núñez por derecha.
Crucial Pablo Campos
La reacción llegó desde el banquillo local. Hidalgo agitó el partido con tres cambios que resituaron al equipo y uno de ellos, Joaquín Muñoz, obligó a Pablo Campos a realizar una de las paradas de la jornada. Ajustado disparo del azulgrana cruzado que salvó con una estratosférica mano abajo el guardameta valenciano. Pero ni mucho menos se amilanó el cuadro zornotzarra que siguió insistiendo. Unzueta con la zurda estuvo muy cerca de firmar un golazo desde el vértice del área. La insistencia azul se fue diluyendo con el paso de los minutos. Dorrio de cabeza tuvo la última oportunidad reseñable a 20 minutos del final. De ahí en adelante, el Huesca fue quien llevó el peso del partido, sin generar excesivo peligro más allá de una buena parada de Campos a testarazo de Javi Martínez. Un escaso punto que no saca de pobre al Amorebieta en El Alcoraz.
