La Policía Nacional ha detenido a 15 presuntos miembros de una organización criminal dedicada a la elaboración y la venta de ‘speed’, 12 de ellos en Zaragoza y tres en Álava, en una operación desarrollada en dos fases y en las que se han practicado 12 registros domiciliarios, nueve en la provincia de Zaragoza y tres en la de Álava. Ocho de ellos han ingresado en prisión.
En la denominada Operación Ribera se han incautado de 9 kilos de sulfato de anfetamina ‘speed’, 13 kilos de marihuana, dos pistolas calibre de 9 milímetros, una escopeta con cañones recortados, diversas armas de fuego simuladas –un subfusil y seis pistolas–, 130.000 euros, así como diversos efectos para la elaboración, adulteración y distribución de la sustancia estupefaciente, ha informado la Policía Nacional.
La primera fase de la investigación se inicia en el mes de enero, cuando agentes del Grupo de Estupefacientes tienen conocimiento de que un grupo de personas se están dedicando a elaborar importantes partidas de ‘speed’ en la localidad zaragozana de Alagón para distribuirla posteriormente en municipios vecinos y en la capital aragonesa.
Después de un corto espacio de tiempo, los investigadores logran identificar a los miembros de la organización criminal, así como su ‘modus operandi’.
Los miembros del grupo actuaban de manera perfectamente organizada y cada uno de ellos tenía su rol establecido, de manera que una vez que adquirían los líquidos precursores necesarios para elaborar el ‘speed’, cada uno ejecutaba su papel. Así, mientras unos «cocinaban» la sustancia estupefaciente, otros se dedicaban a dar cobertura y seguridad durante todo el proceso, haciendo labores de control en las proximidades del domicilio donde lo llevaban a cabo.
Cuando terminaban de elaborar el ‘speed’, extremaban de nuevo las precauciones llevando a cabo la distribución de manera rápida y meticulosa, en apenas unas horas, y siempre bajo fuertes medidas de seguridad.
Los principales cabecillas de la organización criminal disponían de personas de confianza que almacenaban y distribuían el estupefaciente para ellos, así que únicamente se encargaban de recaudar los beneficios y no se involucraban directamente en la venta.