Un activista de Barakaldo ha sido multado con 360 euros más el pago de una indemnización por romper una motosierra durante una protesta contra la tala de árboles en Serralta en septiembre de 2022, según ha informado Ekologistak Martxan.
En un comunicado, la Plataforma de vecinos y ecologistas de Lutxana y Barakaldo en defensa de los árboles de Serralta ha expresado su solidaridad con el activista condenado e iniciará una campaña de recogida de fondos para el pago de la multa y la indemnización porque «defender los árboles es un derecho y no un delito».
Los hechos se remontan al 7 de septiembre de 2022, cuando decenas de vecinos y ecologistas de Barakaldo protestaban por la tala «indiscriminada» de árboles en la Avenida Serralta de Lutxana, con motivo del inicio de las obras de urbanización del Parque Serralta.
Tal como asegura Ekologistak Martxan, más de 40 árboles «de gran porte» fueron talados, «mientras se aprobaba en Barakaldo una Ordenanza municipal de protección del arbolado urbano, que entró en vigor el 23 de agosto de 2022, dos semanas antes de los hechos».
En el transcurso de la protesta, un vecino de Barakaldo fue identificado y denunciado por provocar daños en una motosierra, con la que se estaba talando árboles.
Finalmente, el Juzgado de Instrucción 2 de Barakaldo dictó sentencia, que fue confirmada por la Audiencia Provincial de Bizkaia el 30 de septiembre de 2024, por la que condena al activista a una multa de 360 euros por un delito leve de daños y una indemnización por la rotura de la motosierra, que se fijará posteriormente.
La Plataforma de vecinos y ecologistas de Lutxana y Barakaldo en defensa de los árboles de Serralta critica la resolución judicial, «que condena la protesta y deja impunes a los ‘arboricidas’, y ha mostrado su solidaridad con el condenado.
«Mientras se deja impune un ecocidio consumado contra nuestros árboles de toda la vida, se condena a quien trata de impedirlo. Parece que tiene más valor una motosierra que un árbol», han denunciado.
La Plataforma va a iniciar una campaña de solidaridad y recogida de fondos para hacer frente al pago de la multa y la indemnización que se fije. «Si defender los árboles es un delito, todos somos culpables. Juntos manifestamos nuestra protesta y juntas afrontaremos las responsabilidades y consecuencias», han concluido.