El Sindicato Socialista de Vivienda de Euskal Herria y la Red de Sindicatos de Vivienda de Hego Euskal Herria han convocado para el 14 de diciembre en Bilbao una manifestación conjunta contra el «negocio de la vivienda y la farsa de políticos e instituciones» y las «falsas mejoras» que suponen las medidas que se anuncia, y a favor de una vivienda «gratuita y de calidad».
En rueda de prensa en Bilbao para anunciar la convocatoria de la movilización en favor del derecho a la vivienda, las asociaciones convocantes han denunciado que «toda la clase trabajadora se está empobreciendo y la vivienda es una de las mayores causas».
Así, han criticado que «quienes hace unas pocas décadas podían haber aspirado a comprar una casa, ahora pierden sus ahorros alquilando, quienes podrían permitirse un alquiler ahora esperan en las listas de Etxebide , y quienes siempre habían estado en la calle ahora ven cómo los recursos del Estado se reducen».
Además, han advertido que «en Euskal Herria la problemática se agudiza en zonas de interés turístico como Donosti o la costa de Iparralde y en las grandes ciudades» y ha denunciado que «la mercantilización de la vivienda violenta de forma más clara y trágica a personas migrantes, a las mujeres y las disidencias de género».
Tras señalar que el problema de la vivienda «siempre ha existido en el sistema capitalista», han afirmado que ahora «empeora». Sin embargo, han indicado, «mientras que para algunos es un problema diario, para otros, como los fondos buitre, grandes inversores, industria turística, bancos, instituciones públicas y rentistas de todos los tamaños, es todo un filón y se benefician cada vez más del mercado de la vivienda».
«FALSAS MEJORAS»
«Mientras a un lado se concentran riqueza y propiedades, al otro hay empobrecimiento», han censurado, para criticar que, «cuando aumenta la preocupación social por el problema de la vivienda, representantes políticos de todos los partidos se apresuran a promocionar diferentes medidas, pero se trata de falsas mejoras, porque, de derechas a izquierdas, todos comparten una misma idea, la de que para solucionar el problema de la vivienda debe fomentarse el negocio».
En ese sentido, han rechazado el planteamiento de que «para solucionar lo que consideran una falta de oferta, hay que favorecer a quienes ponen en el mercado esa oferta con ayudas para rentistas, colaboración público-privada para volver a activar un ciclo constructor o topar los precios pero dejar que sigan subiendo».
Según han advertido, «no puede apagarse el fuego con gasolina, no estamos ante un problema de falta de oferta, sino ante un problema de acceso a la vivienda». Así, han mantenido que «si no hay viviendas no es porque no existan, sino porque sirven a intereses especulativos, porque son más rentables vacías, porque dan mucho más dinero como pisos turísticos o a precios desorbitados».
Desde el Sindicato Socialista de Vivienda de Euskal Herria y la Red de Sindicatos de Vivienda de Hego Euskal Herria han rechazado esas «falsas mejoras» y que se «vendan los acuerdos entre políticos y empresarios como favores a la clase trabajadora». Asimismo, han dicho no aceptar que el debate «se reduzca a decidir cuánto pagará un joven por vivir toda su vida en alquiler, o cuántas viviendas sociales de miseria hacen falta para una población cada vez más empobrecida». Según han defendido, «no hay política de vivienda que pueda conciliar los intereses de los especuladores con los de nuestra clase». «Hay que decidir: o a favor del negocio o en defensa del derecho a la vivienda», ha remarcado, para insistir en que vivimos «un problema grave de vivienda y, si hay que tomar medidas de urgencia para paliarlo temporalmente, que éstas se tomen a costa del negocio».
En esa línea, han exigido que «no se den ayudas a propietarios, bajada generaliza de todos los precios y nada de construir miles de viviendas nuevas mientras grandes propietarios amasan fortunas con viviendas vacías o pisos turísticos». «Si hay que tomar medidas de urgencia, que se rasque el bolsillo de los especuladores y que no se utilice dinero público para engordar aún más sus carteras», han demandado. En cualquier caso, han dicho que las medidas de urgencia «ni solventan el problema de la vivienda para todo el mundo, ni paralizan el proceso de empobrecimiento». Según han advertido, «mientras la vivienda siga siendo una mercancía, no será un derecho».
Por eso, han considerado esencial movilizarse «no solo en favor de medidas de urgencia, sino luchando para que se garantice el acceso a una vivienda digna para todo el mundo, para que la vivienda se convierta en un derecho universal», lo que, según han apuntado, requerirá «cambios estructurales en nuestra sociedad y una clase trabajadora organizada que luche masivamente por este horizonte». Por todo ello, han convocado una movilización el 14 de diciembre en Bilbao a la que han llamado a unirse a organizaciones, asociaciones y personas «de todo tipo» contra «el negocio de la vivienda y por una vivienda gratuita y de calidad».