La victoria en El Sadar cierra un 2024 inolvidable que permanecerá para siempre en el imaginario colectivo de miles y miles de seguidores del Athletic. Nadie olvidará esa sangre fría de Álex Berenguer en el decisivo penalti de La Cartuja ni la explosión de felicidad que le siguió con el broche de La Gabarra surcando la ría del Nervión 40 años después. Ese momento de felicidad no nos lo arrebatará nadie jamás.
Despedimos 2024 con un título copero más, pero no solo eso, sino la demostración de que la filosofía del Athletic, «Unique in the World», sigue vigente cuando muchos querían darla ya por finiquitada. Muchos admiran la idiosincrasia del club, pero otros muchos la odian porque no entienden que, con once aldeanos, en versión moderna, se pueda seguir compitiendo al más alto nivel y peleando por los títulos.
Este Athletic gana trofeos, compite y divierte a quien se sienta a verlo. Ha vuelto a Europa recuperando su papel preponderante en La Liga y también en el concierto continental donde colidera la Europa League presentando su candidatura a todo. Su implicación en la Copa del Rey está fuera de toda duda y en la Supercopa presentará batalla como viene haciendo cada vez que le toca concursar.
Autoexigencia
No sé si veremos al Athletic conquistar un nuevo título en 2025, pero lo que me gusta es que en el club y su entorno se habla de ello sin miedo porque sabemos que es una posibilidad real. Ganar cualquier competición tiene una dificultad máxima, pero nadie esconde que este equipo es capaz de ello. Los protagonistas se lo marcan como objetivo y esa ambición ha permitido que el Athletic de un paso al frente en autoexigencia.
El año va a arrancar en Logroño con la Copa ante un rival de Segunda Federación. Lo normal si te tomas en serio esta competición, y Valverde siempre lo hace, es plantarte en octavos por lo que estarías a dos partidos de otra semifinal. La cuestión es tener un poco de suerte en los sorteos, por la entidad de los rivales, y sobre todo, por jugar esas eliminatorias como local.
En la Supercopa de España todo puede pasar. El Barça no atraviesa por su mejor momento y el duelo será una moneda al aire. Damos por hecho que en la final estará el Real Madrid por lo que levantar este título entraña una gran dificultad al igual que sucedió en 2021 con Marcelino en La Cartuja. Difícil si, pero no imposible.
Derecho a soñar
La Liga es ahora mismo una posibilidad para el Athletic. No es favorito, ni siquiera está entre los tres máximos aspirantes al título, pero su rendimiento le permiten codearse con los habituales y molestarles en su habitual pelea de tres. Sinceramente me cuesta imaginar que los leones puedan pelear la competición doméstica con el esfuerzo que les va a suponer la Copa, Supercopa y UEFA Europa League, pero yo ya no me atrevo a descartar nada con este equipo, aunque sinceramente, firmaría la cuarta plaza a día de hoy.
El mayor sueño de los athleticzales ahora mismo es la competición continental. La gran trayectoria zurigorri ha prendido la llama de la ilusión y disputar la final en San Mamés ha disparado el optimismo en el entorno rojiblanco. Contar con La Catedral como sede final no te garantice nada, pero se han ganado el derecho a soñar. No hay que renunciar a nada porque desconocemos el techo del equipo, pero recordemos que el Athletic solo ha llegado a dos finales europeas en toda su historia. Calma y vayamos paso a paso que hasta ahora nos ha ido bien.
Aprovechen este parón navideño para descansar, disfrutar de la familia y brindar por un 2025 cargado de sueños para todos.