

El Athletic se sobrepuso al palo de Old Trafford con una victoria capital para la lucha por la Champions. La victoria en casa frente el Deportivo Alavés era innegociable ante la presión que venían ejerciendo Villarreal y Betis. Los 3 puntos sumados en el derbi dejan la máxima competición de clubes a un pasito de los leones. Si se gana este jueves en Getafe o pierde el Betis en su visita a Vallecas, la Champions será ya una realidad para los de Valverde.
Lo mejor que podemos rescatar del duelo ante los alaveses es la victoria. El partido venía marcado por el desgaste de Manchester y las numerosas bajas que acumulaba el Athletic. Se notaron. Un disparo a puerta en toda la primera mitad define perfectamente lo que vimos sobre el césped. La salida de Guruzeta, Unai Gómez y Sancet mejoraron al equipo. El navarro aportó claridad a un partido trabado que parecía encaminarse al 0-0.
Los rojiblancos, sin alardes, propusieron más y se acabaron llevando el duelo con un autogol de Manu Sánchez, precedido de una buena jugada colectiva de los locales. Fueron menos malos que los babazorros, que, visto lo visto, van a tener que luchar hasta el final por no descender.
Miedo en la grada
El triunfo rojiblanco tiene un gran valor porque la dura eliminación de la Europa League había sembrado alguna duda entre la hinchada rojiblanca, algo totalmente injusto. Este equipo ha sabido competir durante toda la temporada doblando esfuerzos jueves y domingo. Ha superado la prueba de madurez que se le planteaba al arrancar la competición. Es evidente que está llegando con el gancho al tramo final del curso, pero es algo lógico con la tralla que llevan.
Valverde ha realizado durante toda la campaña rotaciones de un partido a otro. Muchas veces masivas y que le acarreaban más de una crítica. Si el equipo llega justo a estas alturas, imagínense si no lo hubiera hecho. Las bajas acumuladas en este tramo final están pasando factura, pero el Athletic aguanta el tipo y sigue dependiendo de si mismo para retener la cuarta plaza, que tiene premio triple con la Champions, la Supercopa y librarte de previas de Copa.
Djaló, en el punto de mira
Sea injusto o no, el duelo de Manchester y el derbi ante los gasteiztarras ha dejado a Álvaro Djaló en el centro de la diana. Al margen de que las lesiones no le han ayudado, ha firmado una temporada decepcionante, cuanto menos. Los aficionados confiaban en que en este tramo final apareciera la mejor versión del jugador, esa que mostró en el Braga y que llevo al club de Ibaigane a pagar 15 kilos, más 5 en variables. Agua.
Uno de los cinco años de contrato se ha ido ya por el desagüe, pero habrá que confiar en que le haya servido de aprendizaje y los próximo cuatro sean clave en los éxitos del equipo. No se le puede hacer la cruz como piden muchos seguidores porque sería tirarse piedras contra tu propio tejado. Paciencia, mucho entrenamiento y voluntad por su parte. No puede salir de Old Trafford sin chocar la mano con el compañero que le sustituye por muy enfadado que esté. Más mosqueado estaba Valverde con su partido y le aguantó hasta el minuto 60. Debe reflexionar.