El concejal de Medio Ambiente de Getxo, Iñigo Urkitza, ha anunciado en el pleno municipal que en 2027 se implantará en el puerto el sistema OPS (Onshore Power Supply). Esta tecnología permitirá a los cruceros conectarse a la red eléctrica y apagar sus generadores. Todo ello reducirá “prácticamente a cero” las emisiones contaminantes mientras estén atracados.
Urkitza ha subrayado además que Bilbao es pionera en el uso de Gas Natural Licuado (GNL) como combustible alternativo, mucho menos contaminante. Con estas medidas, el Ayuntamiento busca reforzar su compromiso con un modelo turístico sostenible.
Rechazo a la moción sobre el impacto ambiental de los cruceros
Durante el pleno, EH Bildu presentó una moción solicitando un estudio ambiental sobre el impacto de los cruceros, que fue rechazada. La coalición abertzale alertó de que los cruceros que recalarán en Getxo este año contaminarán lo equivalente a más de 245.000 coches, asegurando que un crucero emite el doble de CO₂ que un avión por pasajero.
Desde Elkarrekin Podemos también se criticó el modelo de turismo de cruceros por considerarlo «altamente contaminante» y con escaso beneficio para el comercio local.
Urkitza replicó que los datos expuestos son “inflados y comparaciones hiperbólicas”, y recordó que el tráfico de cruceros representa menos del 2% del total portuario. Además, señaló que la Autoridad Portuaria realiza mediciones periódicas sobre la calidad del aire y el agua y no se han detectado niveles significativos de contaminación.
Defensa del PGOU y rechazo a la consulta popular
El pleno también debatió una moción ciudadana para convocar una consulta vinculante sobre el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Finalmente fue rechazada por no ajustarse a la legalidad vigente.
El concejal de Urbanismo, Álvaro González, explicó que el PGOU no puede someterse a consulta popular porque afecta a todo el municipio, lo que impide su encaje en el artículo 82 de la Ley de Instituciones Locales de Euskadi. El TSJPV ya ha avalado esta interpretación.
Respuesta a las críticas vecinales
La moción ciudadana advertía de que el nuevo PGOU afectará a 9.000 personas, derribará hasta 200 viviendas (algunas de ellas caseríos). Además, priorizará la construcción de vivienda libre en suelo rural como Azkorri y Andra Mari. Con 4.600 nuevas viviendas previstas en un municipio que ha perdido 7.000 habitantes en dos décadas.
González desmintió que se vayan a demoler 200 viviendas sin garantías, y aseguró que muchos de los caseríos señalados no tienen valor patrimonial. Además, destacó que el plan incluye medidas para reducir el riesgo de inundaciones, y que 2 millones de m² quedarán calificados como suelo rural no urbanizable, creando un pulmón verde en Azkorri.
Asimismo, subrayó que es el primer PGOU en Euskadi que reserva suelo específico para vivienda pública en alquiler. Responde al reto de frenar la pérdida de población ofreciendo respuestas habitacionales reales para jóvenes y mayores.
Desde el PP, se valoraron las mejoras incorporadas al plan tras las alegaciones vecinales, con especial mención a zonas como Salsidu, Martiturri, Errotatxu o la asociación Andra Mari-Gure Lurra.
