

El barrio vasco, o Basque Block, de Boise (Idaho) es uno de los principales puntos de encuentro de todas las personas que visitan el Basque Jaialdi. Por ello, gracias a este video de Visit Idaho, aquellos que no tenemos la oportunidad (en esta ocasión) de cruzar el charco podemos ver qué se van a encontrar sus miles de visitantes.
En sus primeros años de expansión urbana, Grove Street concentró a las familias más influyentes de Boise. Con la llegada del tranvía, esos apellidos pioneros —Moore, Cartier y Redway— fueron dando lugar a otros de origen vasco, como Letemendi, Yríbar y Arregui. Fue entonces cuando se consolidó una extensa red de pensiones cuya impronta sigue viva hoy en los edificios del Basque Block.
Uno de los testimonios más destacados de aquel pasado es la casa Cyrus Jacobs/Uberuaga. Construida en 1864, sirvió de hogar a los Jacobs durante cuatro décadas antes de convertirse, a partir de 1910, en pensión para los clanes Galdós, Bicandi y Uberuaga. En 1928, estos últimos la adquirieron y gestionaron sus habitaciones hasta 1969. Tras su restauración, alberga el núcleo del Museo Vasco, recibiendo cada año a miles de visitantes que quieren asomarse a la cotidianidad de una pensión de principios de siglo.
A pocos metros, la familia Anduiza levantó en 1914 un gran albergue con frontón propio. En 1993, Richard Hormaechea y Adelia Garro Simplot lo salvaron de la ruina y lo pusieron al servicio de la comunidad: hoy, despachos profesionales ocupan las antiguas habitaciones mientras el frontón retoma su función deportiva con partidos regulares de pala y ocasionales de pelota mano organizados por la Boise Fronton Association. Esa misma versatilidad ha permitido que un grupo musical vasco guarde allí su material y que el museo ofrezca talleres de “esku pilota” a estudiantes y visitantes.
Cuando el flujo de pastores desde España disminuyó, la demanda de alojamiento cayó, pero surgió otra necesidad: un punto de encuentro permanente. Para cubrirla se construyó en 1949 el Centro Vasco, en el 601 de Grove Street, que desde entonces ha sido escenario de cenas, bailes, recepciones de boda, despedidas de soltero, velatorios y hasta campeonatos de mus. Allí tienen su sede los grupos de danza Oinkari y Boiseko Gasteak, y más recientemente el conjunto Txantxangorriak.
La vocación de conservar y difundir la cultura vasca cristalizó en 1985 con la creación del Museo y Centro Cultural Vasco en la casa Jacobs/Uberuaga. Ocho años después, se amplió al edificio contiguo para instalar la galería principal, la tienda, las oficinas y los archivos. En paralelo, en 1990 se compró la Cub Tavern, y en 1992 Dan Ansotegui abrió el Gernika Basque Pub & Eatery, mezcla de recetas vascas y americanas. En 1999 llegó The Basque Market —hoy dirigido por Tony y Tara Eiguren—, que ofrece productos, vinos y clases de cocina, además de servicio de cátering. Y, para completar la oferta gastronómica, en 2005 inició su actividad Leku Ona, restaurante de cocina vasca ubicado donde antes estuvieron la pensión Belaustegui y el Chico Club, con espacios para comer en interior, patio y terraza