El pleno de las Juntas Generales de Bizkaia ha aprobado este lunes los presupuestos vizcaínos para 2026, que cuentan con un disponible departamental de 1.716,2 millones, con los votos a favor de los dos grupos que integran el Gobierno foral, PNV y PSE-EE. Las cuentas han salido adelante pese a los votos contrarios de EH Bildu, PP y Elkarrekin, en este último caso con la excepción de los dos departamentos en los que ha transaccionado enmiendas con jeltzales y socialistas, en los que se ha abstenido.
De este modo, cierran su tramitación en el Parlamento de Bizkaia los terceros presupuestos del Ejecutivo que lidera Elixabete Etxanobe, que se elevan a 11.320,3 millones de euros, un 6,19% más que este año. De ellos, 1.716,2 millones estarán destinados al disponible departamental, un 3,9% más que en 2025.
Acción Social
El área que mayor peso tiene en las cuentas es Acción Social con 767,2 millones, seguida de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, 250,7 millones, y Transportes, Movilidad y Turismo, con 221,3 millones. Por su parte, Administración Pública y Relaciones Institucionales tiene reservada una partida de 89,5 millones, Empleo, Cohesión Social e Igualdad de 87,6 millones, Promoción Económica de 81,4 millones, Medio Natural y Agricultura de 79 millones, Euskera y Deporte de 70,4 millones y Hacienda y Finanzas de 69,2 millones.
El proyecto presentado por la Diputación superó el pasado día 12 las tres enmiendas a la totalidad que habían presentado los tres grupos de la oposición y ha incorporado, en el debate de las 512 enmiendas parciales registradas, dos enmiendas transaccionales acordadas por PNV y PSE-EE con Elkarrekin para garantizar el mantenimiento de bonificaciones en Bizkaibus (852.000 euros) y para incrementar la dotación del programa de Inclusión Social (700.000 euros) y del programa de protección a víctimas de violencia machista y apoyo familiar (300.000 euros).
El resto de enmiendas parciales han sido reservadas por la oposición, tras no prosperar en la Comisión de Hacienda y Finanzas, para el pleno de este lunes, donde han sido nuevamente rechazadas por los grupos del Gobierno.
Nueve departamentos forales
Finalmente, los grupos junteros han votado el presupuesto de cada uno de los nueve departamentos forales y el texto articulado, en todos los casos con el voto a favor de los apoderados de PNV y PSE-EE, y los votos en contra de los junteros de EH Bildu y PP. Elkarrekin, por su parte, se ha abstenido en las cuentas de los departamentos en los que había transaccionado enmiendas y ha rechazado el resto.
Durante el debate en el pleno de este lunes, los grupos de la oposición han criticado que únicamente hayan prosperado dos de las 514 enmiendas parciales que han presentado, y jeltzales y socialistas han defendido que las cuentas responden al programa de dos formaciones que suman en la Cámara un «amplio respaldo» de la ciudadanía.
El juntero de EH Bildu Aitor López Vázquez ha advertido de que no son «los presupuestos que necesita Bizkaia ni en contenido ni en cifras», por lo que merecen un «no rotundo», y ha apelado a pasar de «la mera gestión» al «liderazgo» para hacer políticas «transformadoras» que permitan afrontar los «grandes retos» existentes.
El apoderado de EH Bildu ha lamentado que, tras el acuerdo logrado en las cuentas de 2025 y que tendrá un impacto en las de 2026 que ha cifrado en 16 millones, este año se ha producido un «veto» a pactar con su grupo porque se ha priorizado la «pugna política» frente al impulso de «medidas positivas para la ciudadanía». A su entender, se trata de una decisión que «se ha tomado en el partido», en referencia al PNV, «no en la Diputación ni en las Juntas Generales».
El juntero del PP Diego Pagadigorria ha considerado que las cuentas son «continuistas» y tienen «un enfoque recaudatorio desmesurado». «Sin alivio fiscal, no hay votos del PP», ha remarcado el apoderado, que ha criticado que los terceros presupuestos de Etxanobe «no ofrecen muchas novedades ni grandes proyectos innovadores ni tractores para el territorio».
Asimismo, ha incidido en que las cuentas se aprueban además «en un contexto político marcado por acuerdos interterritoriales con Podemos, que responde a una estrategia político-electoral de contención de EH Bildu» y, en este sentido, ha advertido del «riesgo institucional de convertir el presupuesto en una herramienta de equilibrio partidista y no en un instrumento al servicio del interés general».
La portavoz de Elkarrekin, Eneritz de Madariaga, ha criticado que las cuentas del Gobierno foral «no responden a la realidad social» de Bizkaia ni a los retos que se deben afrontar. En este sentido, ha señalado que el marco ideológico de las propuestas del Gobierno foral no es «ni útil ni adecuado» para dar respuesta a las necesidades del territorio.
Tras valorar los «cambios útiles» acordados en las dos enmiendas transaccionadas con PNV y PSE-EE, ha afirmado que su «no de hoy» es «una invitación a rehacer el camino desde una base que sea compartida» y, si se abre «un diálogo real», Elkarrekin «estará ahí para alcanzar nuevos acuerdos que den respuesta a las necesidades de la ciudadanía».
MAYORÍA PARLAMENTARIA
Desde los grupos del Gobierno foral, el juntero del PNV Mikel Bagan ha reivindicado que se han diseñado unas cuentas «seguir mejorando la calidad de vida» en Bizkaia y «consolidar el futuro económico, el empleo y los servicios públicos de calidad» en Bizkaia, y responden a «un programa político con un amplio respaldo» de la ciudadanía, «modulado» con el acuerdo de gobierno con el PSE.
Asimismo, ha explicado que las enmiendas de la oposición se han rechazado, entre otros motivos, porque «carecían de base justificativa», la cantidad consignada era ya «suficiente», hacían «inviable la prestación de servicios o el funcionamiento normal» de la Diputación o ignoraban los compromisos plurianuales.
El portavoz del PSE-EE, Goyo Zurro, ha defendido que el presupuesto planteado por el Gobierno foral es «sólido, responsable y profundamente social» y ha acusado a los grupos de la oposición de «proponer más gasto sin explicar bien de dónde sale el dinero y, sobre todo, sin asumir ni explicar qué se debilita para financiarlo ni por qué».
Tras asegurar que no ha habido ni «cerrazón» ni «vetos» en la negociación presupuestaria, ha defendido que «una mayoría parlamentaria es una expresión legítima de la voluntad democrática de la ciudadanía, al menos igual de legítima» que las enmiendas presentadas. En este sentido, ha subrayado que «la mayoría no exime del diálogo, pero tampoco obliga a renunciar a un programa político coherente y acordado, ni a aceptar propuestas que contradicen el modelo de territorio» definido en el plan de mandatos.