La Marea Azul vuelve a la huelga tras unas infructuosas negociaciones sobre el convenio con las gerencias de las asociaciones afectadas. Hemos hablado con Borja Llonin, representante de Gaude. Asegura que la patronal no se aviene a aceptar una subida salarial según el IPC. Y las plantillas ven cómo les resulta difícil hacer frente a sus facturas «y muchos estamos recurriendo a nuestros ahorros». Por ello, esta semana se repiten los paros: «En Gorabide desde el lunes hasta el viernes. Y en Gaude desde el miércoles hasta el sábado. Aunque contamos con el total apoyo de nuestras compañeras de la Marea Azul: Aspace, Argia y Madres Mercedarias»
Responsabilidad de la Diputación
Aseguran que las negociaciones se realizan a tres bandas porque la titularidad del servicio es de la Diputación: «Todas las ofertas que hemos presentado a las gerencias han pasado por la Diputación. Y Sergio Murillo (Diputado de Acción Social) ha rechazado todas excepto la de Apnabi. Nuestras asociaciones tienen subcontratado este servicio de cuidados a personas con diversidad funcional. Dependen de las subvenciones porque no disponen de más ingresos». Si la Diputación dejara caer a estas asociaciones tendría que hacerse cargo de este servicio a través del IFAS (Instituto Foral de Asistencia Social) «contratando funcionarios y con un coste que multiplicaría por tres el servicio que damos nosotros».
Apoyo de los usuarios
Se trata de un sector con un empleo muy vocacional. Y se felicitan por contar con el apoyo absoluto por parte de los usuarios: «Me animan a seguir peleando y me dicen que todo lo que estamos haciendo es justo». Aún así, los servicios mínimos que se realizan durante las jornadas de huelga suponen una merma en la calidad de un servicio que ya está bastante precarizado por las condiciones laborales del personal, mayoritariamente femenino.