Con la llegada del frío de finales de noviembre, las enfermedades respiratorias como la gripe y los resfriados se multiplican, y con ellas, la búsqueda de tratamientos alternativos. En este contexto, las cuevas de sal han ganado popularidad como una opción terapéutica para aliviar diversos trastornos, desde problemas respiratorios hasta afecciones de la piel. Pero, ¿realmente cumplen lo que prometen?
La promesa de la Haloterapia
Las cuevas de sal son espacios acondicionados con paredes, techos y suelos cubiertos de sal de roca. El objetivo es simular las condiciones de las minas de sal, donde se cree que el ambiente de alta concentración de sal tiene efectos terapéuticos. En este entorno, las personas se exponen a partículas de sal microscópicas a través de un dispositivo llamado halogenerador, que dispersa estas partículas en el aire.
El principio detrás de la haloterapia se basa en las propiedades de la sal, como su capacidad antibacteriana, antiinflamatoria y, sobre todo, su propiedad higroscópica, lo que significa que puede atraer agua. Este fenómeno, según los defensores de la práctica, ayudaría a diluir la mucosidad acumulada en las vías respiratorias, facilitando su expulsión y mejorando la salud respiratoria.
Orígenes milenarios y la ciencia detrás
Aunque el uso de la sal con fines terapéuticos tiene raíces que se remontan a la antigua Grecia, fue en el siglo XIX cuando la haloterapia comenzó a ganar notoriedad. Un médico polaco observó que los trabajadores de las minas de sal enfermaban menos de afecciones respiratorias que la población general. De esta observación, surgió la idea de recrear artificialmente estos ambientes de sal para aprovechar sus supuestos beneficios para la salud.
Sin embargo, a pesar de las afirmaciones sobre sus beneficios, la ciencia no ha logrado proporcionar una evidencia sólida que respalde la eficacia de la haloterapia. Aunque existen estudios sobre la haloterapia, estos son en su mayoría pequeños, con muestras limitadas, y a menudo carecen de controles adecuados para poder concluir que las cuevas de sal tienen un impacto real en la salud. En muchos casos, los estudios no especifican si los participantes estaban recibiendo otros tratamientos médicos simultáneamente, lo que complica aún más la interpretación de los resultados.
Las promesas sobre las cuevas de sal son amplias. Se les atribuyen beneficios para una variedad de afecciones, incluyendo enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC, asma, bronquitis y sinusitis, así como problemas dermatológicos como la psoriasis o la dermatitis atópica. Incluso hay quienes aseguran que las cuevas de sal son útiles para aliviar el estrés, la ansiedad y el insomnio.
Sin embargo, los estudios disponibles no ofrecen conclusiones claras. Mientras que algunos indican mejoras en los síntomas respiratorios, otros no encuentran ningún beneficio significativo. La mayoría de estos estudios son de baja calidad, con un número reducido de participantes o con diseños experimentales defectuosos. Como resultado, no se puede afirmar con certeza que la haloterapia tenga efectos beneficiosos para la salud.
Riesgos y Precauciones
Aunque no se han identificado riesgos graves asociados al uso de las cuevas de sal, los expertos advierten sobre algunos aspectos preocupantes. Una de las principales inquietudes es el mantenimiento de estos espacios. Las cuevas de sal no están reguladas, lo que significa que su higiene y condiciones de funcionamiento dependen únicamente de las empresas que las gestionan, las cuales, en muchos casos, tienen fines comerciales.
Se han encontrado niveles más altos de bacterias y hongos en las cuevas de sal artificiales, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones, especialmente en personas con sistemas respiratorios comprometidos. Además, el riesgo de transmisión de enfermedades respiratorias aumenta cuando varias personas con problemas respiratorios se exponen a un espacio cerrado sin la ventilación adecuada.
El costo de la promesa
El costo de la haloterapia puede ser significativo. Una sesión en una cueva de sal oscila entre los 25 y los 35 euros, y a menudo se recomienda un tratamiento prolongado, que puede requerir entre 15 y 20 sesiones para notar algún efecto. Esto plantea una cuestión importante: el alto costo de estas terapias puede desviar a las personas de los tratamientos convencionales que sí han demostrado ser eficaces. Además, el uso de estos tratamientos alternativos podría llevar a un retraso en el diagnóstico o tratamiento de enfermedades graves.
¿Un refugio milagroso o una pseudoterapia?
En conclusión, las cuevas de sal, y la haloterapia en general, siguen siendo una terapia complementaria sin respaldo científico sólido. A pesar de su atractivo como una solución natural y libre de medicamentos, los estudios actuales no ofrecen evidencia suficiente para respaldar sus afirmaciones.
Mientras que los empresarios que promueven estos tratamientos los presentan como un alivio seguro para una variedad de problemas de salud, los profesionales médicos advierten sobre el peligro de abandonar tratamientos convencionales en favor de terapias no probadas. La ciencia nos recuerda que, aunque las alternativas naturales puedan parecer prometedoras, es crucial no perder de vista las opciones médicas respaldadas por evidencia.
Si te gusta Vamos a contar mentiras, suscríbete en nuestros canales de podcast:
Y sigue a Radio Popular en las redes sociales:
- Sigue todas las noticias de Bilbao y Bizkaia en nuestro Facebook
- Conoce la radio desde dentro en nuestro Instagram
- Los titulares y los bacalaos del Athletic al minuto en X
- Revive los mejores bacalaos en YouTube
- Recibe las actualizaciones de nuestra programación y nuestras noticias en nuestro canal de Telegram
